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Jaén

Un punto muy trabajado

Los blancos se afianzan en el segundo puesto a la espera del líder El Palo, el próximo sábado

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  • Gol del empate -

El Real Jaén consiguió revertir una dificil situación para poder sumar, al menos, un punto que le sirve para seguir la estela de El Palo, que sigue imparable desde el liderato. El Motril consiguió frenar una inmaculada racha de siete victorias del conjunto blanco, que precisamente llegaba al Escribano Castilla en uno de sus mejores momentos de la temporada. Los locales, que de forma totalmente opuesta llegaba con tres derrotas, empezó el encuentro como un tiro al ponerse con un 2-0 a favor; sin embargo, en menos de cinco minutos se vino abajo y acabó cediendo ante la insistencia del Jaén. La mejor condición de los lagartos propició un asedio visitante durante los primeros minutos de juego. Choco, que se internó en el área, fue el primer en probar suerte pasados los cinco minutos. No tardaría mucho Juanma Espinosa en volver a poner a prueba al portero del Motril, que tuvo mucho trabajo a lo largo del encuentro. El volcamiento visitante era tal que el Motril encontró una brecha en la defensa blanca que Vera aprovechó para poner el 1-0 en el marcador tras un malentendido entre Rentero y Ángel de la Calzada. Al Jaén le tocaba remar para sacar algo beneficioso. La confianza con la que llegaba al encuentro y la superioridad mostrada hacían presagiar que se verían goles en Motril. Aun así, los locales se fueron a los vestuarios con la moral por las nubes sabedores por dónde podían hacer daño a los lagartos. Sin embargo, el paso de los vestuarios enfrió en exceso a los lagartos y eso fue aprovechado por los locales. El Motril comenzó a gozar de buenas ocasiones y Lasly no perdonó ante otra mal acción defensiva de los jienenses. Sorprendente el buen hacer en fase ofensiva en contraposición de la relajación en el bloque defensivo, que pudo ceder algún gol más pero que De la Calzada solventó para enmendar su error anterior. A la hora de partido y con el tiempo en contra, el Real Jaén, al fin, encontró un rayo de esperanza en medio de un bosque espeso y oscuro. Germán Crespo, con una lectura de juego sublime y entendiendo qué necesitaba su equipo para conseguir remontar, agotó todos los cambios. Los suplentes revolucionaron el encuentro, que ya era de ida y vuelta. El Motril tenía que defender con uñas y dientes su renta pero el ritmo tan alto iba a jugar a favor del equipo más necesitado. El partido llegaba a su fin y el Motril cada vez se veía más ganador. El Escribano Castilla, uno de los estadios más complicados, jugaba un factor diferencial para cortar la mala racha local y, de paso, quitarle la condición de invictos en siete partidos al Jaén. No iba a ser así ya que los lagartos aún tenían algo que decir. Moha, que entró desde el banquillo con las directrices bien marcadas, cabeceó un córner para acortar distancias. Los locales no se habían repuesto todavía del tanto lagarto que volvieron a encajar otro. Mario Martos salvó los muebles en una acción polémica en la que el colegiado corrigió a su asistente para disgusto del Motril. El marcador no se volvió a mover más, aunque el Real Jaén, todavía más superior al tener un hombre más en el campo, pudo incluso ganar. El Motril, pese a estar contra las cuerdas, supo aguantar los minutos finales a base de esfuerzo y sudor para logar un empate que, visto lo visto, sabe a derrota para para ambos conjuntos. 

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