El líder norcoreano, Kim Jong-un, partió hoy en su tren blindado desde Vladivostok, en el Extremo Oriente ruso, para regresar a Pionyang tras la primera cumbre que celebró este jueves con el presidente ruso, Vladímir Putin.
El tren abandonó la estación ferroviaria de Vladivostok a las 15.30 hora local (05.30 GMT) tras una ceremonia de despedida en la que participaron el ministro de Desarrollo del Lejano Oriente ruso, Alexander Kozlov, el gobernador de la región de Primorie, Oleg Kozhemiako, y el embajador ruso en Corea del Norte, Alexander Matsegora.
Kim se subió al tren después de escuchar los himnos ruso y norcoreano interpretados por la orquesta de la guardia de honor.
El líder norcoreano abandonó Vladivostok después de haber mantenido el jueves su primer encuentro con Putin, en el que manifestaron su voluntad de mancomunar esfuerzos para avanzar hacia la desnuclearización de la península coreana y la normalización de las relaciones entre Pionyang y Seúl.
El gobernador de Primorie, que había acompañado a Kim desde que éste se bajara el miércoles por primera vez del tren en Jasán tras cruzar la frontera, dijo a los medios, que el mariscal "ha prometido volver" y que "le ha gustado mucho la región".
El líder norcoreano abandonó Vladivostok después de haber depositado una ofrenda floral en el memorial de las glorias navales, donde se encuentra la llama eterna en recuerdo del soldado desconocido.
Lo hizo dos horas después de lo que estaba previsto inicialmente, porque en un principio había cancelado el acto.
Kozhemiako también reveló que él y Kim Jong-un habían estado en un restaurante en el que su padre, Kim Jong-Il, desayunó en 2002 cuando se reunió con Putin en Vladivostok.
El edificio está hecho de madera, en el estilo tradicional ruso.
El gobernador también resaltó que cerca de la estación ferroviaria hay un restaurante norcoreano que fundó el abuelo de Kim, Kim Il-sung. EFE