La Fiscalía Provincial de Sevilla ha pedido una pena de tres años de cárcel para J.A.C.M. y a R.B.O., dos agentes de la Policía Local de Cantillana, por agredir en 2008 a una persona, cuyas iniciales M.L.P., que se resistió cuando los agentes fueron a darle el alto por saltarse una señal de tráfico y para el que el Ministerio Público solicita una pena de año y medio de prisión al culparle de un atentado a la autoridad.
En concreto, la Fiscalía acusa a J.A.C.M. y R.B.O. de un delito de lesiones con instrumento peligroso en el que concurre la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y el agravante de prevalimiento de cargo público por el que le solicita, para cada uno, una pena de tres años de cárcel.
Asimismo, el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, considera a M.L.P. culpable de un delito de atentado, por el que pide una pena de un año y seis meses de prisión, y de dos delitos leves de lesiones por el que pide, para cada uno de esos delitos, una multa de un mes con cuota diaria de seis euros. Cabe apuntar que en esos tres delitos concurre el atenuante de dilaciones indebidas.
En su exposición de los hechos, la Fiscalía apunta que el 23 de diciembre de 2008, los dos agentes de la Policía Local se encontraban prestando servicio por la localidad de Cantillana cuando observaron que M.L.P. circulaba sin ciclomotor sin respetar las señales de tráfico.
Ante tal circunstancia, como añade el Ministerio Público, los agentes policiales le requirieron que detuviera el vehículo, y al hacer caso omiso a sus indicaciones, llegó a continuar la marcha en sentido contrario a la circulación, "emprendiendo huida e iniciándose una persecución en los agentes no consiguen darle alcance".
La Fiscalía continúa su relato indicando que posteriormente, los agentes localizan a M.L.P. y al intentar detenerlo, éste "con ánimo de producir un menoscabo físico en la integridad de los agentes" procedió "a forcejear con los mismos", motivando que lo tuvieran "que tumbar en el suelo e introducirlo a la fuerza en el vehículo policial".
Así, los agentes, ante tal evento, y por "la agresividad que mostraba" M.L.P. decidieron trasladarlo a un centro de salud donde éste se dirigió a los policías "con las frases de "os voy a matar a todos, no vais a quedar ninguno'".
El Ministerio Público señala, además, que en dependencias policiales, los agentes J.A.C.M. y a R.B.O. "con ánimo de atentar contra la integridad física" del otro acusado "y haciendo uso de una porra metálica", lo agredieron "repetidas veces" en diferentes zonas del cuerpo, "golpeándole en la cara, en el costado, en la pierna y en el brazo derecho".
Con todo, por los anteriores hechos, M.L.P. sufrió lesiones, entre las que se encuentra una fractura de una costilla que necesitó tratamiento quirúrgico, y que tardaron curar 30 días. Por otra parte, los agentes han sufrido lesiones en extremidades las cuales han tardado en curar unos cuatro días.