La Línea de la Concepción continúa inmersa en la celebración de su Velada y Fiestas tras un intenso fin de semana coronado por el multitudinario Domingo Rociero. Miles de personas acudieron a la llamada de la fiesta; eso sí, concienciados de que la única música que iban a escuchar a lo largo de la jornada era la rociera, sevillanas o flamenco. Como marca la tradición, y al son del alcalde, Juan Franco, que mediante un polémico bando prohibía, de este modo, que sonasen los temas de moda en estilos tan populares y tan demandados por la juventud como el reggaeton. Hasta 700 euros de multa podían caerle a la caseta que no cumpliese con los requisitos. Una decisión que tenía a los linenses divididos pero que el equipo de Gobierno, en su mayoría absoluta, podía aplicar sin problema y con autoridad.
En esta jornada, tanto el centro de la ciudad como el recinto ferial contaron con un gran ambiente. Todo en un domingo que comenzó con la tradicional Misa Rociera en la Iglesia de la Inmaculada Concepción y que contó con la actuación del coro de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío. También se desarrolló el tradicional Paseo de Caballos. Poco a poco, la feria se fue trasladando desde el centro de la ciudad hasta el recinto ferial, donde ya entrada la tarde eran miles las personas que disfrutaban de la fiesta llegadas desde todos los rincones del Campo de Gibraltar.
