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Sevilla

Cuadros y esculturas de Antonio Gracia inundan la Casa de la Provincia

El artista mantendrá la muestra 'Volátil' hasta el 1 de diciembre, una exposición que ha visitado Gracia junto a Rodríguez Villalobos

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El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, junto a la alcaldesa de El Saucejo, María Moreno Navarro, y el artista Antonio Gracia, han visitado esta mañana en la Casa de la Provincia la exposición 'Volátil', que permanecerá en la institución hasta el 1 de diciembre.

Antonio Gracia, natural de la localidad de El Saucejo, ofrece en esta ocasión con 'Volátil' una muestra pictórica y escultórica en la que volatiliza el tiempo a través de Meninas blancas, bustos de personajes públicos u homenajes a literatos y mujeres anónimas que representan el quehacer diario de su pueblo natal, o de su vida más cosmopolita en Sevilla, siempre cargando la obra de su universo particular de colores y formas, así como su peculiar visión constructiva.

Gracia ha sido docente en el Instituto San Isidoro de Sevilla y cuentan de él que enseñaba a sus alumnos a ver la Semana Santa transmitiéndoles su luz. Es un pintor colorista y creativo con una trayectoria en la que ha desarrollado múltiples exposiciones. En Sevilla las ha realizado, sobre todo, de la mano de la galería Haurie, y en la provincia, principalmente en Morón de la Frontera, localidad con la que mantiene una estrecha relación. En este municipio ha expuesto su obra 'Del blanco al negro' y posteriormente en el Espacio Santa Clara en Sevilla, lugar que cuenta desde hace muy poco tiempo de un sala denominada 'Antonio Gracia' con exposición permanente de su obra.

Los comisarios de la muestra 'Volátil', Agustín Israel Barrera García y Jesús Barrera García, comentan sobre la misma que se trata de "un trabajo delicado que deja su huella sobre el soporte como si de una mancha dejada por lo hirsuto y la pesadez del tiempo puedan dejar en cualquier papel. Pero Antonio lo hace adrede, recoge pigmentos puros y los matiza hasta la extenuación para convertirlos en un sutil velado del tiempo, improntar del blanco en papel para sobreponerle colores vivos y llameantes con resultados lumínicos y vivos, una especie de danza de los pinceles que hace que sus personajes se muevan al compás de un tiempo que vuelve a nuestros días. Mujeres engalanadas, caballerosos personajes de domingo se mueven por su obra".

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