El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas; la concejala de Urbanismo, María Isabel Ruiz; y la concejala de Playas, Encarnación Cortés, han presentado hoy el proyecto Marymar Plaza, junto al director gerente de Jardín de las Cigarreras, Miguel Ángel Melgar, entidad promotora de esta iniciativa: una prolongación del paseo marítimo, con zonas comerciales para dar servicio a los usuarios de playas, propiciada por el inminente derribo de la residencia Marymar.
“Este proyecto forma parte del modelo de ciudad que teníamos previsto para Benalmádena Costa: desde hace cuatro años trabajamos para buscar financiación, tan pública y privada, para cambiar y transformar nuestra fachada litoral”, ha explicado el alcalde.
La obtención de los fondos europeos para la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI), que supondrán 12,5 millones de euros para la remodelación del entorno de la avenida Antonio Machado, la entrada del Puerto Deportivo o la puesta en valor de yacimientos arqueológicos; junto a inversiones de ámbito privado, como el desarrollo empresarial de la plaza Solymar, la futura remodelación del hotel Tritón, la apertura de un restaurante del grupo Trocadero, o el proyecto de Marymar Plaza han sido algunos de los hitos citados por el alcalde del proceso de transformación de Benalmádena Costa por el que ha apostado el equipo de gobierno.
“Marymar Plaza es un proyecto que nace con vocación de integración en la ciudad, ambicioso pero inclusivo, que trata de ser sostenible en el entorno en el que se va a desarrollar”, ha destacado Navas.
“La residencia Marymar es un edificio fuera de ordenación, que ocupaba parte de la playa, y que permanecía cerrado desde 2011, suponiendo un problema no solo por su estado de abandono, sino porque perjudicaba la imagen de nuestras playas”, ha apuntado el alcalde. Navas ha recordado que hace menos de dos años “hubo que cerrar parte de una playa en pleno verano porque existía riesgo de derrumbe”.
“Desde el Ayuntamiento hemos trabajando en la búsqueda de un inversor capaz de afrontar este proyecto, en colaboración con la Fundación Unicaja y el sector privado, y tras muchas reuniones de trabajo hemos logrado encontrar un proyecto que se acomodase a nuestro modelo de desarrollo para la fachada litoral de Benalmádena”, ha explicado el primer edil.
El alcalde ha anunciado que la Fundación Unicaja ya ha dado su beneplácito a Marymar Plaza, “y por eso ya se han iniciado los trámites para proceder a la demolición del edificio”.
El proyecto
“Marymar Plaza va a propiciar en este entorno un desarrollo comercial que va a generar empleo y riqueza en la zona, a través de la prolongación del paseo marítimo desde el Castillo de Bil-Bil hasta el entorno de Sunset Beach, con la creación de una plaza pública de unos 4.000 metros cuadrados, y con una dotación de 210 nuevas plazas de aparcamiento para dar servicio a los usuarios de las playas”, ha detallado el alcalde.
Los usos serán de restauración, beach club y comerciales, vinculados a las actividades de la playa, en el nuevo espacio que surgirá tras el derribo de la residencia Marymar.
El alcalde ha cifrado la inversión global del proyecto en unos 25 millones de euros.
“Este proyecto supone además la recuperación de unos 2.600 metros de playa, que actualmente ocupa el edificio de la residencia”, ha puesto en valor el alcalde.
El director gerente de Jardín de las Cigarreras ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento, “y la paciencia que ha tenido la Fundación Unicaja: el proceso no ha sido fruto de pocos días, sino de muchos meses de trabajo, en los que hemos ido perfeccionando un modelo de intervención que fuese amable con el entorno”.
La residencia Marymar ocupa actualmente 7.513 m2 de suelo y playa, y tiene construidos 11.240 m2 en una altura de ocho plantas (dos del paseo hacia bajo y seis sobre rasante). “Nuestro proyecto ocupa solo 2.813 m2 de planta, liberando 4.700 m2 de espacio de playa y zona de tránsito”, ha explicado Miguel Ángel Melgar.
“Construimos la mitad de lo que había construido previamente: 6.123 m2, de los cuales solo 1.600 m2 son sobre rasante, apenas una planta y media, liberando la planta baja del edificio como una plaza cubierta”, ha detallado el director gerente.
En este sentido, Miguel Ángel Melgar ha explicado que en esta planta el edificio solo ocupa 320 m2, quedando el resto de la superficie destinado a construir una gran plaza mirador a la altura del paseo marítimo, organizada en dos niveles, y ofreciendo una superficie de plaza de 1.490 m2 + 2.780 m2, que estará a la sombra del edificio, facilitando que el público la utilice como refugio en las horas de mayor incidencia del sol.
“Debido a las peculiaridades arquitectónicas del edificio de la Residencia Marymar, que constituía una barrera visual para los paseantes, nos ha llevado a apostar por la creación de un nuevo edificio muy transparente, y por ello hemos querido derivar la mayor parte de la edificabilidad bajo rasante, y crear un hito urbano, un elemento muy singular con una estructura en madera laminada y acristalado, elevado sobre el paseo marítimo cinco metros, de manera que permita una visión de manera permanente y constante hacia el mar”, ha detallado Miguel Ángel Melgar.
El director ha señalado que las 210 plazas de aparcamiento se ubicarían bajo el paseo marítimo. Sobre la posible fecha para el derribo de la residencia, el plazo inicial que barajan es de unos seis meses, “periodo en el que pretendemos obtener todas las licencias oportunas para proceder a la demolición e iniciar las obras”.
“La intervención prioriza la sostenibilidad: todo el proyecto está basado en un concepto de vegetación autóctona, agua y sombra, con la integración de estos elementos en la propia plaza, y buscando el reciclaje de las aguas del edificio para lograr la autosuficiencia de la infraestructura”, ha destacado Miguel Ángel Melgar.