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La salud empieza en la prevención

Siempre se ha dicho que prevenir es mejor que curar, y puede que estemos en lo cierto si pensamos esto

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Siempre se ha dicho que prevenir es mejor que curar, y puede que estemos en lo cierto si pensamos esto. Esta frase mítica se acepta en muchos ámbitos, no solo en el sanitario, sino que en otros aspectos diarios puede venir realmente bien. Con esto nos referimos a que debemos comprobar la higiene de nuestra casa a través de productos para limpiar la vajilla que impidan el ataque de bacterias como el líquido de lavavajillas En este artículo nos centraremos en explicar diferentes consejos para prevenir enfermedades y cómo cuidar el entorno para disfrutar de una calidad de vida adecuada y alejada de problemas de salud. 

¿Cómo comenzamos?

Pues bien, la cultura de la salud nos dice que la sociedad en general se cree la idea de que es mejor prevenir, pero no se le presta demasiada atención y la vida cotidiana se descuida con bastante frecuencia. Si no sabemos por dónde empezar, lo primero que se puede hacer es cambiar el estilo de vida. Quizás una buena idea sería preparar una alarma que suene a la misma hora por las mañanas (con independencia de si trabajamos o no, y de si tenemos algo que hacer ese día).Estas pequeñas acciones contribuyen a que el cuerpo se ponga en funcionamiento y no se quede atrapado en un mismo lugar y sin actividad. Luego, deberíamos plantearnos la opción de empezar a andar y hacer ejercicio físico leve en el caso de que no nos guste un deporte o una actividad concreta. 

La salud mental es fundamental para mantener un equilibrio por lo que nunca se puede dejar de lado. Saber decir que no y parar a tiempo cuando no estamos cómodos (ya sea en un sitio o con una persona) puede evitar desarrollar enfermedades como ansiedad o depresión. La higiene juega un papel también importante a la hora de prevenir enfermedades. Muchas personas no saben que no enjuagar bien los platos de la comida o no mantener una higiene adecuada en las habitaciones del hogar pueden contribuir al desarrollo de bacterias y de hongos. 

El problema de los escépticos

Existe un problema que complica todo lo expuesto anteriormente y no es otro que el problema de los que no creen que prevenir es mejor que curar. Estos escépticos piensan que la muerte es algo inevitable y que si se cambianhábitos de vida o se adaptan a los nuevos tiempos, solo se cambiaría la forma de morir.

Nos encontraríamos ante un pensamiento que apuesta por un final diferente o retocado, pero al fin y al cabo, final. Nada más lejos de la realidad puesto que los objetivos que se pretenden no son evitar la muerte (algo que por naturaleza llegará), sino que cuando llegue ese momento, sea libre de enfermedades graves que solo producen sufrimiento y dolor

Nos gustaría finalizar con la reflexión final de que el entorno y cómo lo enfocamos puede ser clave a la hora de evitar problemas mayores de salud, sobre todo cuando no estamos destinados a desarrollar esa enfermedad o la edad no es la más apropiada.

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