La comparsa de Kike Remolino desembarcó un año más en el Gran Teatro Falla con una escenografía tremendamente llamativa y muy original que, además, se movía con los componentes de la agrupación, encadenados a Cádiz.
La tanda de pasodobles fue magnífica y, tanto la letra de presentación como la dedicada a Manolín Santander fueron correspondidas con una sonora ovación del público que esperaba a la agrupación del autor gaditano.
Los cuplés fueron igualmente simpáticos y las letras, que fueron para la exhumación de Franco relacionándola con Carrero Blanco y para la calidad de prendas en Primark, generaron risas en un público que escuchó con atención el bonito estribillo del que puede presumir el grupo.
El popurrí, una maravilla. Una actuación, en definitiva, redonda de una agrupación esperada.
