"Estoy convencido de que la existencia del ser humano es ridícula”. Es lo que afirma el escritor jiennense Jesús Tíscar Jandra (1970) y así lo recoge en su último libro de cuentos: ‘Los pimientos y otros cuentos indigestos’.
Autoeditado por las prisas de un reconocido escritor “harto” de intermediarios, se presentó en la capital el pasado 19 de enero y el próximo 15 de febrero llega a la librería ubetense ‘Libros prohibidos’, a las 12:30 horas.
Reconocido cuentista a nivel nacional, Tíscar ha recopilado diez cuentos, la mayoría premiados en concursos y otros finalistas. Los ha reunido y no lo ha hecho al azar. “Tienen un hilo conductor. Con las colecciones de cuentos hay que tener cuidado para que no sean demasiado disparejos. Hay historias de barrio e incido en la ridiculez del ser humano, en una existencia pobre y a veces absurda. Estoy convencido de que esta existencia es ridícula”, afirma.
Pero, ¿por qué? El escritor aborda en estos cuentos “las circunstancias que acosan al ser humano desde fuera y las provocadas por él mismo, y cómo, al final, terminan resolviéndose”. En los cuentos hay dosis de humor negro, pero sobre todo, mucho esperpento. “Soy un incondicional del esperpento, no sólo para mi teatro, donde siempre aparece, sino también para la Literatura”.
Es de los que prefiere fijarse (literariamente) en los perdedores y, en las historias de barrio que aborda en sus cuentos, demuestra que “en lo cotidiano y en lo vulgar hay mucha Literatura”, que sólo “hay que saber verla y plasmarla”. Con una prosa más ligera que a la que tiene acostumbrados a sus lectores, son cuentos “indigestos”, en los que “no hay amabilidad”. Advierte: “No hay cuentos bonitos en los que uno diga qué bella es la vida y qué bien acaba todo”.
Ya ha demostrado su habilidad como cuentista y reconoce que es un género que exige “incluso maestría”, pues “al cuento no le pueden sobrar frases y todo lo que el autor cuenta tiene que formar parte de él, decir algo”.
Apunta: “El cuento es una melodía que no tiene por qué empezar y acabar. Tiene que tener un lenguaje rico y ritmo, aunque sea cadencioso”.
Jesús Tíscar no abandona el cuento y no olvida el teatro. “Quiero volver a escribir teatro, incluso actuar”, confirma el escritor, adelantando que está pendiente de un proyecto para la provincia.