El izquierdista Sinn Féin, brazo político del ya inactivo IRA, se mantiene a la cabeza en el recuento de las elecciones generales celebradas este sábado en Irlanda, al obtener, de momento, 29 de los 160 escaños en juego en la Cámara Baja de Dublín (Dáil).
El cómputo de los sufragios de estos comicios se reiniciará a las 09.00 horas GMT de hoy en las 26 circunscripciones, de un total de 39, que aún no han completado este proceso, ralentizado por el complejo sistema irlandés, de transferencia de votos.
Cuando se han adjudicado 78 asientos, al Sinn Féin le sigue con 16 escaños el partido centrista Fianna Fáil (FF), líder de la oposición en la pasada legislatura con Micheál Martin, y con 14 el gobernante Fine Gael (FG) del primer ministro, el democristiano Leo Varadkar.
El recuento de las primeras preferencias de voto confirmó que la asistencia a las urnas fue del 62,9 % y que el Sinn Féin, liderado por Mary Lou McDonald, logró un apoyo del 24,5 %, por el 22,2 del FF, el 20,9 del FG, el 7,1 del Partido Verde y el 4,4 del Laborista.
No obstante, será el recuento de las siguientes preferencias el que determine el número exacto de escaños que obtendrá cada partido.
El sistema de transferencia de votos entre aspirantes - procedentes de segundas y posteriores opciones expresadas en la papeleta - beneficia más al FG y el FF que al Sinn Féin, que presentó menos candidatos que sus dos grandes rivales.
Además, el antiguo brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA) resulta menos atractivo para una gran parte del electorado por su relación con el pasado conflicto norirlandés, si bien Lou McDonald, que sustituyó en 2018 al histórico Gerry Adams, representa a una generación sin vínculos con la lucha armada.
En este contexto, los observadores estiman que el FF de Martin podría obtener 41 escaños, por 39 del FG y 36 del Sinn Féin (tenía 22), lejos todos ellos de la mayoría absoluta, lo que les obligará a buscar apoyos entre los partidos minoritarios e independientes.
Martin y Varadkar han subrayado que no pactarán con los republicanos por su pasado violento y sus políticas económicas, que tachan de populistas y radicales, mientras que McDonald ya ha iniciado contactos con otras formaciones para explorar opciones de gobierno.
La líder nacionalista quiere un Ejecutivo progresista y, aunque no descarta una coalición con democristianos o centristas, ha dicho que preferiría gobernar sin el apoyo de FG o FF, los partidos que se han repartido el poder desde la creación de este país hace casi un siglo.
La fotografía final de las elecciones del sábado podría quedar más clara entre hoy y mañana, cuando se espera que concluya el recuento, aunque es habitual que se demore aún más si hay impugnaciones o se piden revisiones.