"Tenemos un temor tremendo. Somos más de cien personas por salas y estamos, seguro, a menos de un metro de distancia de cada puesto y compartiendo equipos”. El testimonio de esta teleoperadora y otros empleados de Majorel -la antigua Qualytel- y actualmente la empresa privada de Jerez con mayor número de empleados en plantilla, casi 1.500, evidencia el malestar de buena parte de los trabajadores, especialmente de los eventuales -algunos renuevan cada mes- por la falta de medidas de seguridad implantadas por la empresa estos días en plena alerta sanitaria por el coronavirus. Prefiere no identificarse por temor a represalias, pero advierte de la ansiedad y el miedo con el que estos últimos días están asistiendo a sus puestos de trabajo por el déficit de medidas preventivas. Denuncia que ni siquiera tienen geles desinfecantes, comparten los cascos, de los que sólo cambian las esponjas de los oídos y ahora han empezado a cambiar la del micrófono. Pese a que el ordenador y el ratón va pasando por manos distintas cada día, “nunca los limpian”, advierte.
¿Qué se ha hecho en las últimas horas para proteger a la plantilla?Según detalla, las medidas no han ido más allá de abrir las puertas -antes tenían que pulsar para acceder-, suprimir la huella digital, colocar un cartel en el baño con instrucciones de cómo lavarse las manos y poner más jabón y más papel en el aseo. Denuncian que son muchos compañeros juntos procedentes de toda la provincia, desde Villamartín, Bornos, San Fernando, Cádiz, Sanlúcar, Chiclana, Chipiona, El Puerto, Jerez...concentrados distintas salas del edificio del centro de negocios del Parque Empresarial de Jerez que, en estas condiciones, están demasiado expuestos, de ahí su preocupación. Entienden que, tal y como están ahora mismo, su trabajo es “un foco de contagio” para a mucha gente de toda la provincia de Cádiz… “Estamos hablando de gente con niños, con personas mayores, tengo compañeros que están muy preocupados por sus padres”, señala, pues con los turnos muchos tienen que recurrir a ellos para dejarle a los hijos. Además, no lo tienen confirmado, pero les ha llegado que algún compañero se ha tenido que ir con síntomas al hospital y que otro tenía un hermano que había dado positivo.
Aunque la empresa ha distribuido en los últimos días una breve encuesta para conocer la situación de cada trabajador en casa a nivel de conexiones, equipos, situación familiar, si eran grupos de riesgos y si estarían dispuestos a cambiar turnos, con vistas a poner en marcha esta próxima semana un estudio piloto de teletrabajo limitado a un número de trabajadores, los empleados tienen pocas esperanzas en que esta iniciativa solucione sus problemas a corto plazo.
No sólo porque tienen que ver si funciona para luego hacerlo extensivo a la plantilla, sino porque algunas campañas como la de ING, la banca on line, tiene una dificultad extra por tratarse de datos confidenciales más delicados. “Aqui llevamos campaña de Repsol, Gas Natural. Grupo ING, donde hay cerca de 500 personas...Estamos hablando de un servicio que funciona las 24 horas del día los 365 días del año”, precisa.
Están a la espera de una reunión que habrá este lunes en la que pueden concretarse los pasos a dar, pero también les ha llegado que la dirección baraja dar vacaciones y excedencias a empleados fijos, sin que, en principio, haya opciones para el personal eventual.
Por su parte, la sección sindical USO, en la línea de la denuncia de estos trabajadores afectados, denuncia la falta de prevención de riesgos en esta empresa de más de un millar de empleados pese a haberlo solicitado días atrás y exigen medidas “urgentes”. “Ni siquiera tenemos desinfectante para las manos”, alertan, a la espera también de que este lunes la empresa comunique las medidas que va a llevar a cabo para la conciliación familiar y laboral tras la suspensión de colegios y guarderías.