La decisión de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), la IRTA y Dorna Sports de aplazar el Gran Premio de España que debía celebrarse en el Circuito de Jerez entre el 1 y 3 de mayo ha sido bien acogida por el sector turístico y hostelero, que temía por la cancelación de la prueba o su celebración a puerta cerrada.
El presidente del Clúster Turístico, Antonio Mariscal, entiende que la decisión adoptada por la organización era “inevitable” dado el escenario actual y la incertidumbre que existe acerca de la evolución de la pandemia.
Sin embargo, y “en vista” precisamente de esa coyuntura, el aplazamiento se ve de manera “favorable”. “La opción de celebrar el Gran Premio a puerta cerrada era inaceptable y la mejor era la del aplazamiento”, explicó.
El presidente de la patronal hostelera (Horeca), Antonio de María, califica incluso de “magnífica” esta noticia porque cualquier otra alternativa hubiera sido mucho peor. “No teníamos la seguridad de que fuera a anularse el Gran Premio, pero sí la sospecha y la premonición de que se podía ir al traste, así que este aplazamiento genera cierta tranquilidad, porque no se ha perdido el negocio, sino que se ha pospuesto”, comentó.
El problema que se plantea ahora es la búsqueda de una fecha alternativa a la tradicional de principios del mes de mayo.
Más aún si se tiene en cuenta que esa decisión escapa al ámbito de lo local ya que se encuentra a expensas de que la FIM, la IRTA y Dorna Sports elaboren un nuevo calendario en el que se incluyan las pruebas ya aplazadas y aquellas otras pendientes todavía de celebración.
Puestos a pedir, desde Horeca entienden que a Jerez y el conjunto de la provincia no le interesaría que el Gran Premio se disputase “en temporada alta”, dado que no habría casi posibilidad de responder a la demanda.
“Si lo vamos a tener todo lleno por razón de temporada, habría incluso problemas para atender a la clientela. Lo ideal sería de mediados de septiembre en adelante”, sostiene Antonio de María.
Mariscal, por el contrario, entiende que es aventurado hablar de fechas cuando se desconoce la evolución de la pandemia y las restricciones que se pueden ir aplicando en diferentes países.
Eso sí, admite que sería interesante que esa fecha se supiera con la mayor antelación posible para favorecer las reservas y desplazamientos.
Acumulación de eventos
En el Clúster Turístico ya se preparan para un segundo semestre de año “terrible”, siempre en el mejor sentido de la palabra, dado que la acumulación de eventos previamente suspendidos podría generar un notable volumen de negocio.
Antonio Mariscal considera que lo ideal sería que el Gran Premio se celebrara en fechas próximas a la Feria del Caballo, propuesta inicialmente para la semana que va del 10 al 17 de octubre.
Así, se podría “casi replicar” lo que habitualmente ocurre en primavera, sólo que unos meses más tarde.
Antonio de María va incluso más allá y llega a situar en esas fechas una hipotética celebración de la Semana Santa, una posibilidad que se ha abierto desde Roma pero que las hermandades no terminan de ver con claridad.
“Lo importante será atravesar este desierto hasta el mes de julio. En verano cabe pensar que funcionaremos y si después nos encontramos con la Semana Santa, el Gran Premio y la Feria pues le habremos dado la vuelta al año”, subrayó el presidente de la patronal hostelera.
Con la vista en el impacto económico
La alcaldesa, Mamen Sánchez, asegura que se está trabajando con Dorna para tratar de encontrar otra fecha para la prueba y de este modo “contribuir al revulsivo económico” de toda la zona, de ahí que por ahora sólo se contemple el aplazamiento.
Las entradas siguen siendo válidas
Desde el Circuito se ha informado de que todas las entradas emitidas hasta ahora para el Gran Premio seguirán siendo válidas para la nueva fecha programada y tan pronto se confirme se anunciará a los aficionados que ya las habían comprado.