El tiempo en: Sevilla
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Alcalá la Real

Olivos de cal, una novela de ficción sobre la Sierra Sur real

Coincidiendo con la celebración del Día del Libro, entrevistamos a Fran Toro, autor de la novela ganadora del último premio Ateneo Mercantil de Valencia

Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • El autor, Fran Toro, en una imagen reciente.

La novela ganadora de la última edición del Premio Nacional de Novela Ateneo Mercantil de Valencia se tendría que haber presentado, por estas fechas en Alcalá la Real. La obra de Fran Toro, autor oriundo de Ventas del Carrizal pero nacido en Badalona, tiene la Sierra Sur como escenario. ¿Por qué escribes “Olivos de cal”? "Olivos de cal" es un homenaje a los veranos de mi infancia, a un paisaje familiar, a los vecinos reunidos por las noches en las puertas de sus casas, a sus voces y a sus vivencias. Durante aquellos veranos lejanos la historia oral se convirtió en mí casi en una obsesión. Escuchar a nuestros mayores debería ser una norma de obligado cumplimiento.

Alguien que observe su planteamiento desde fuera puede pensar que existe mucho tipismo en su argumento, ¿nada más lejos de la realidad? Es un fantasma del que he intentado huir todo el tiempo. No pretendo caer en el tópico. De hecho hay un personaje al que se le ridiculiza por venir a España y Andalucía buscando a la Carmen de Bizet. El trabajo de documentación histórica, geográfica, antropológica, etc. que empapa la novela tiene como objetivo que "Olivos de cal" no sea ni una impostura ni una obra artificiosa. Escribo sobre algo que siento cercano y propio. No me he sentido "como un belga por soleares". Los personajes hablan como lo hacen mis familiares y mis amigos de la Venta, de Alcalá, de Alcaudete... El léxico, las costumbres y hasta las maneras de respirar que aparecen en "Olivos de cal" no están extraídos de un manual sino de mi casa.

Nuestra tierra, la tierra en la que se desarrolla tu novela, ¿sigue siendo muy arquetípica vista desde la Cataluña en la que tú vives y has nacido? No creo. En todo caso, hay muchas Andalucías y la Andalucía que aparece en "Olivos de cal" no tiene mucho que ver con el arquetipo de andaluz que se ha universalizado. En Cataluña somos muchos los que tenemos raíces andaluzas pero cada uno es descendiente y conocedor de una de esas Andalucías. Soy hijo de jiennenses y la manera de ser andaluz de un jerezano -caigo en el cepo del tópico-, me resulta algo ajena.


Y nosotros, ¿también pecamos de tópicos e injustos a veces con Cataluña? Me temo que si existe un arquetipo de catalán no es el perfil de catalán al cual a mí me gustaría pertenecer. Por favor, no nos quedemos con las caricaturas, ni de aquí ni de allí. El arquetipo es fruto de una simplificación deformadora y a menudo malintencionada. Cuando en Cataluña me dicen que no se me nota mi origen andaluz, y en Andalucía que no parezco catalán, me lo tomo como un halago, porque significa que me alejo de las caricaturas de catalán y de andaluz que todos tenemos en mente.

Volviendo a la novela, se ha dicho que la historia es heredera del Delibes más sobrio, ¿compartes la apreciación? Delibes es uno de mis escritores favoritos. Que mi nombre comparta párrafo con el suyo es un orgullo. Por otro lado, no me gustaría que se valorase la novela en función de si la comparación es más o menos exagerada.

Cuando Michael Jacobs publicó “La fábrica de la luz”, sobre los años vividos en la localidad de Frailes y, en general, en la Sierra Sur, tuvo sus más y sus menos con algún personaje retratado en la novela. ¿Puede también tu novela herir alguna sensibilidad? Los únicos personajes que aparecen con sus nombres reales son los históricos: Tomás Villén Cencerro , José Poblador Pancho Villa … "Olivos de cal" no pretende juzgar a nadie. Es una novela de ficción, muy anclada en experiencias reales y hechos históricos -muchos de ellos recogidos por historiadores como Luis Miguel Sánchez Tostado-, pero solo eso: una novela de ficción.

Finalmente, ¿crees que “Olivos de cal” puede servir para dar a conocer nuestra comarca a aquellos que no la conozcan, y echar, de alguna forma, un capote al turismo literario en tiempos tan necesitados de cualquier ayuda promocional como van a ser los próximos meses? La comarca lo tiene todo para ser un gran polo de atracción cultural. Leandro Cano ya ha puesto a las Ventas del Carrizal en primera línea. Ojalá yo también pueda contribuir, desde otra disciplina, a dar a conocer la zona y aportar mi granito de arena para poner de moda a la Sierra Sur.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN