La Indicación Geográfica Protegida (IGP) 'Aceite de Jaén' ya es una realidad tras su publicación ayer en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) y después de que no se haya presentada ninguna declaración de oposición a tal figura de protección. Se trata de la primera IGP de aceite de oliva virgen extra de España y la misma convivirá con las tres denominaciones de origen existentes en la provincia, las de Sierra de Segura, Sierra Mágina y Sierra de Cazorla. Se pone fin así a un proceso que ha durado una década y que ha tenido que salvar no pocas resistencias, primero de las instancias comunitarias y también a nivel interno, como ocurrió con el recurso interpuesto en su día por la DO Sierra de Cazorla. La IGP llega para cambar la inercioa en un sector y de una provincia hegemónicas en cuanto a producción pero que ha dejado escapar el valor añadido del oro líquido vendiendo gran parte de la cosecha a granel.
La IGP entrará entrará en vigor una vez que discurran 20 días desde su publicación en el DOUE, y posteriormente habrá que conformar el Consejo Regulador de la IGP. Posibilitará que a partir de la próxima campaña los aceites de Jaén (con la variedad picual como principal bandera) puedan ir bajo este gran paraguas de promoción. Solo certificará los aceites de oliva virgen extra producidos con aceitunas recolectadas después de 31 de diciembre del año, una exigencia que obligará a los olivareros a adelantar la recolección. Para el profesor Manuel Parras, presidente de la Federación de Productores que ha impulsado la IGP, el fin último de este instrumento es posicionar bien los aoves tanto entre los consumidores como en los agentes de la cadena de valor. Y ello, a través de “una diferenciación basada tanto en la calidad como en el origen”. El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, definió como un “hito clave” esta IGP, “porque favorecerá la comercialización de nuestros aceites de oliva, un paraguas y una marca que identifica nuestros aceites de calidad”. Y la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, se felicitó por la aprobación de la IGP, “sin duda, un justo reconocimiento a la excelencia de este producto marca Andalucía”, al tiempo que destacó el impulso dado dado desde el Gobierno andaluz y que podrá acogerse a las líneas de apoyo de la Consejería.
Crisis de precios
La publicación de la IGP llega en un momento en el que el sector productor vive una profunda crisis de precios en origen. UPA volvió a señalar ayer a la especulación como la causa de que los precios en origen del aceite de oliva se mantengan por debajo de los costes de producción cuando la campaña actual ha sido inferior a la pasada y además se ha incrementado el consumo. “El libre mercado no funciona y en el aceite de oliva sobran especuladores que se aprovechan del esfuerzo de los olivareros para enriquecerse”, dijo Cristóbal Cano. Y Juan Luis Ávila, de COAG, lamentó que continúen las importaciones de aceite de países de fuera de España, “las más altas de los últimos cinco años en abril”, mientras el precio del aceite español se encuentra “hundido por debajo de los costes”.