Ante las instrucciones de 6 de julio de 2020 de la Viceconsejería de Educación y Deporte, relativas a la organización de los centros docentes para el curso escolar 2020/2021, motivadas por la crisis sanitaria del COVID-19, y del conjunto de publicaciones que se han ido conociendo al respecto en estos últimos días, los centros educativos de Sanlúcar de Barrameda y el Conservatorio Elemental de Música Joaquín Turina quieren hacer constar lo siguiente:
“1º. Los directores y directoras, junto con nuestros equipos directivos y claustros de profesorado, no queremos eludir nuestra función y ánimo de colaboración en estas circunstancias tan adversas para el conjunto de la sociedad. Sin embargo, y en puertas de un nuevo curso académico, es nuestro deber comunicar que los centros no disponen de los recursos materiales, arquitectónicos ni humanos, para poder asegurar ni garantizar la salud de la comunidad educativa.
2º. Las recomendaciones e instrucciones que han venido anunciando el Ministerio y la Consejería de Educación son, además de insuficientes, carentes del conocimiento de la realidad diaria de las aulas andaluzas y, sobre todo, de la correspondiente inversión económica para poder llevarlas a cabo. Son, en definitiva, la consecuencia de meses en los que no se ha contado con la participación ni la opinión de los equipos directivos, profesorado, familias y representantes de los trabajadores. Tras semanas analizando nuestros propios centros educativos, hemos advertido, entre otras, las siguientes carencias para desarrollar los protocolos sanitarios:
A: Los “grupos de convivencia escolar” son una fórmula incierta y de escasa fiabilidad: En el caso de Educación Infantil y Primaria, el profesorado especialista (E.F, Música, Idiomas, Religión…) está obligado a entrar y salir constantemente de diferentes grupos de convivencia cada día. Luego, una vez acabada la jornada escolar, este alumnado compartirá espacios en múltiples actividades extraescolares cada tarde, con otros niños/as procedentes de otras escuelas. En el caso del conservatorio, que recibe un % mayoritario de alumnado en común con los Ceip sanluqueños, esta fórmula es inviable porque cada hora (1º ciclo) o media hora (2º ciclo) cambian todos los grupos y profesorado.
B: En caso de no poder configurar esos grupos-burbuja, tampoco nuestras aulas poseen el tamaño y la dotación material necesarias, ni las ratios de grupos de alumnos hacen posible establecer una distancia de 1,5m entre el alumnado. Es una cuestión constatable por razones puramente matemáticas.
C: La posibilidad de impartir las clases fuera de los edificios no es una solución. Ni definitiva, ni realista. En Andalucía, las temperaturas hacen que, impartir clases en patios sin apenas sombra, también sea un riesgo para su salud. Y luego, vendrán las lluvias y el frío. Incluso así, muchos centros poseen patios pequeños, insuficientes para albergar a todo el alumnado en condiciones óptimas de seguridad. Por otro lado, el profesorado no dispondrá de las herramientas técnicas y pedagógicas que sí albergan las aulas, empezando por una simple pizarra. Sin talleres técnicos, sin pizarras digitales o materiales específicos, muchas áreas (artísticas, tecnológicas, científicas…) están condenadas a ser inviables de forma presencial.
D: Existen aún enormes dudas con respecto a: Limpieza y desinfección: cómo se va afrontar la limpieza de los centros educativos por parte de los Ayuntamientos (Horarios, número de personal, materiales de limpieza…) Resolución de la falta de personal de limpieza y conserje en el caso del Conservatorio y ausencia de cobertura en todo el proceso de admisión, pruebas de aptitud y matriculación. Resolución de la necesidad de limpiadora de refuerzo en horario de tarde (Conservatorio) para desinfección después de cada tramo horario. Resolución de la insuficiencia de lavabos para afrontar la higiene de manos varias veces al día a 250 o más alumnos-as como mínimo en centros de una línea, cuando no hasta 1000 en centros de mayor número de líneas. Cuantía y la fórmula de entrega de mascarillas, geles de manos y enseres de desinfección rutinarios Cómo, cuándo y a quién se harán los test a las plantillas. Quiénes serán considerados personal en riesgo sanitario.
E: Las instrucciones también plantean múltiples incertidumbres legales y sanitarias, también, carentes de los recursos necesarios: En Educación Infantil existen aún muchas dudas sobre esa negación del uso de la mascarilla para el alumnado de 3-5 años, o el constante uso de materiales y juguetes compartidos en el aula, aspectos que, a día de hoy, aún no están del todo respaldados científicamente.
F: La Atención a la Diversidad, a todos los niveles, necesita de una urgente dotación de personal y recursos para afrontar la enorme variedad de necesidades que van a surgir en el alumnado, especialmente, en estas condiciones. Estos riesgos, expresados a través de las carencias actuales, son similares en el resto de enseñanzas impartidas en nuestra centros educativos y enseñanzas de nuestra Comunidad Autónoma.
3º. En estas condiciones anteriormente expresadas, la apertura presencial de los centros -sin unos planes viables acompañados de los recursos necesarios va a conllevar evidentes riesgos de contagio para la comunidad educativa, dada la imposibilidad de cumplimiento de las medidas. Garantizar la salud y la vida de las personas de nuestra Comunidad Educativa, en este evidente estado de desprotección e incertidumbre, es una responsabilidad y un riesgo que no nos corresponde asumir desde los equipos directivos.
4º. Tras décadas reclamando la “autonomía de los centros” por una gestión más eficaz, práctica, y cercana a los contextos, hemos asistido a una desvirtuación del término, para convertirlo en una descarga de responsabilidades sobre los equipos directivos de los centros y, en definitiva, al conjunto del profesorado andaluz. Los equipos directivos no debemos asumir competencias y responsabilidades para ámbitos que se escapan de nuestra especialización académica y profesional, especialmente en materias sanitarias y de riesgos laborales. Existen cargos y puestos en la Administración, con suficientes competencias y funciones como para asumir todas esas responsabilidades.
5º. La situación en la que nos encontramos es la consecuencia de décadas de abandono de la inversión educativa, con presupuestos insuficientes o mal invertidos que obviaron la bajada de la ratio de alumnos por aula en Andalucía, que ha estado creciendo en la última década hasta ser una de las más altas de España. Se menospreció el vital aumento de plantillas docentes, la construcción de nuevos centros y adaptación de los ya existentes, la existencia de aulas prefabricadas, la climatización de los centros, el impulso a los recursos tecnológicos y materiales, las carencias económicas de la formación del profesorado… Una situación que, cada vez más, recuerda a la del sistema sanitario que, tras décadas de recortes y abandono, colapsó ante la implosión de la emergencia.
6º. Exigimos a la Administración que se siente a negociar otros escenarios razonables para iniciar el curso, teniendo en cuenta los riesgos que puede provocar la presencialidad total, sin los debidos recursos para afrontarla. Existen otras fórmulas posibles: presencialidad por turnos, semi-presencialidad, habilitación de otros espacios arquitectónicos para albergar clases, la integración de personal sanitario en las aulas… Pero para ello, es vital sentarse a negociar antes de legislar.
7º. Los firmantes también apoyamos a otros comunicados, escritos en términos similares, que están planteando nuestros compañeros/as de los centros de Educación Secundaria y Bachillerato, Formación Profesional, Conservatorios, Centros de Adultos de esta y otras localidades".