La Policía Nacional de Jaén ha detenido en Córdoba y Los Villares (Jaén) a cuatro personas que, presuntamente, participaron en un tiroteo por unas antiguas rencillas entre dos clanes familiares, y que además dos días antes habían agredido a una mujer, que perdió parte de una oreja de un mordisco.
Los hechos se produjeron el 15 de mayo, día en el que se presentó en la Comisaría de Jaén una denuncia donde se manifestaba que unos desconocidos habían efectuado varios disparos con arma de fuego contra un domicilio, provocando daños cuantiosos a una motocicleta, según informa la Policía en un comunicado.
Los investigadores comenzaron analizando los informes periciales de los técnicos de Policía Científica junto a diferentes informaciones con lo que consiguieron identificar a tres de los presuntos autores de los hechos, aunque solo uno de ellos disparó el arma, así como los motivos que provocaron el hecho.
Una vez identificados, las gestiones se encaminaron a su localización y detención, averiguando que tres de los implicados, una mujer y dos hombres, todos hermanos, se habían marchado hasta Córdoba, ciudad de residencia de uno de ellos y que eran delincuentes habituales de Jaén y Córdoba.
Asimismo, los agentes, durante la investigación, descubrieron que dos días antes del tiroteo, sobre las 22:00 horas y en plena calle, ocurrió una agresión por parte de un hombre y una mujer hacia otra mujer que, entre otras lesiones, le provocaron la pérdida de parte de la oreja derecha de un mordisco, un hecho que no fue denunciado y que podría haber sido el detonante final de lo ocurrido.
Los dos presuntos autores de ese hecho anterior, fueron la hermana de dos de los presuntos autores del tiroteo y el marido de ésta, también presente el día de los disparos.
Finalmente, se ha detenido a la mujer autora del mordisco y a sus dos hermanos en Córdoba, mientras que el marido de la arrestada, un joven delincuente habitual de Jaén que llevaba un año en busca y captura por tener acumuladas siete requisitorias judiciales, ha sido detenido en Los Villares, donde se había refugiado.