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Sorprendido cuando se disponía a abatir animales desde la copa de un árbol

El cazador furtivo fue pillado por la Guardia Civil dentro del paraje La Cañada, en una finca de Almonte no autorizada para la caza

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La Guardia Civil investiga a dos hombres por los delitos contra la flora y la fauna tras sorprender a uno de ellos subido con su arma a la copa de un árbol para realizar caza mayor en una finca de Almonte no autorizada para la caza (terreno libre). Al otro hombre se le investiga como cooperador necesario tras permitir el acceso a la finca sin consentimiento del titular.

Según ha indicado el Instituto Armado en una nota de prensa, las investigaciones se iniciaron cuando agentes de Seprona realizaban una supervisión dentro del paraje 'La Cañada', ubicado en el término municipal de Almonte, donde observaron que alguien estaba vertiendo en el suelo diversos cereales para atraer animales salvajes, lo que hizo sospechar a los agentes que, ante la presencia de ciervos y jabalíes en la zona, la verdadera intención era pretender abatirlos mediante esperas nocturnas.

Así, una vez que comprobaron que el terreno no formaba parte del perímetro que está habilitado para caza, los agentes contactaron con el propietario de la finca, quien manifestó que su propiedad estaba fuera del acotado y nadie podía cazar en esa zona.


Por ello, los efectivos realizaron un seguimiento de la ubicación con apostaderos a la espera de que posibles cazadores se acercaran a la zona. Tras unas horas en el lugar, apareció un vehículo con dos ocupantes que bajaron y se dirigieron hacia los comederos para reponerlos de alimentos. Unas horas más tarde, el mismo vehículo se acercaba de nuevo con dos personas, una de ellas vestido de cazador con un arma.

Una vez en el lugar, la persona vestida de cazador se subió a la copa de un árbol aguardando con un arma municionada a la espera de que apareciera algún animal para alimentarse y así abatirlo, mientras que la otra persona, tras asegurarse que el cazador estaba posicionado, abandonaba el lugar. Por ello, con el fin de evitar que abatiera a algún animal, los agentes se identificaron como Guardia Civil, sorprendiendo al cazador encima del árbol.

De otro lado, los agentes identificaron a la persona que abandonó el lugar y averiguaron que se trataba de un conocido del dueño de la finca que ejercía labores de vigilancia y que permitía el acceso a terceros para cazar sin el consentimiento del propietario. Por ello, los agentes han procedido a investigar a esta persona por el mismo delito contra la flora y la fauna como cooperador necesario.

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