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Cortocircuito en la pequeña y mediana empresa en plena recuperación

“Es como si pagásemos una multa por trabajar”, apunta un empresario jerezano ante el incremento del coste de la luz. Hay quien ha optado por cerrar al mediodía

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El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista  se ha situado para este domingo en 128,70 euros por megavatio hora. El indicador encadena tres días a la baja, tras el máximo histórico fijado el jueves en 140,23 euros, pero hay que tener en cuenta que se trata de un día de menor consumo que un día de diario por la reducción de la actividad económica y que, pese a todo, cuadriplica el que marcó hace ahora un año, 31,67 euros, según datos del operador del mercado OMIE.

Es una puntilla más -o una descarga eléctrica más- en las cortocircuitadas cuentas de la pequeña y mediana empresa de la provincia, a la espera de que empiecen a llegarles los recibos correspondientes al último mes, y después de que el precio de la luz haya estrenado septiembre como finalizó agosto, marcando máximos históricos de manera casi diaria: tras cerrar el mes pasado con un precio medio de casi 106 euros el megavatio hora, convirtiéndose en el mes más caro de la historia, los primeros días de septiembre han marcado de media un precio algo superior a los 136 euros, triplicando lo que se pagó en los primeros cuatro días del mismo mes de 2020.

La Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz se ha visto esta semana obligada a alertar del impacto directo en las empresas de la subida de los precios de la electricidad, “que impactan directamente en nuestra línea de flotación y ponen en riesgo su estabilidad y  competitividad a corto y medio plazo”, ha señalado su presidente, Javier Sánchez Rojas. Una situación que, asegura, está “poniendo en serio riesgo la supervivencia de muchas empresas que precisan de su uso para su operativa”, poniendo como ejemplo los miles de negocios que necesitan climatización o frío industrial constante.


“Nuestras empresas ya nos están alertando que el incremento de los costes de la tarifa de la luz nos les va a permitir hacer nuevas contrataciones de personal. Algunos incluso confiesan que se van a ver con dificultades para poder mantener los actuales niveles de empleo”, sostiene Sánchez Rojas, quien, pese a señalar que la bajada de IVA en el recibo de la luz es “bienvenida, apenas tendrá efecto porque el sobrecoste del precio del kilovatio/hora es muy superior a esta reducción. Si a ello se le añade el aumento de los costes de producción y de los impuestos que deben seguir asumiendo las empresas, la reducción significativa de los márgenes empresariales es un hecho constatado”, reitera.

Para el presidente de la CEC, “no hay razón alguna para que España tenga los precios más altos de la luz de todos los países comunitarios”, sobre todo porque “el impacto en nuestra competitividad es directo e inmediato. Las eléctricas tienen que considerar su estrategia de precios porque este sistema tarifario es para hoy, pero aboca a una reducción del mercado a medio y largo plazo si desaparecen sus clientes de empresa y abocan a los particulares a reducir su consumo”.

Un lastre más, en cualquier caso, que viene a anular las optimistas perspectivas con que las pymes iniciaban el verano bajo las consignas de recuperación.

“Es como si pagásemos una multa por trabajar”

Javi ha perdido la cuenta de las veces que consulta la aplicación que tiene descargada en su móvil para obtener información en tiempo real del consumo de la luz. “Lo miro como si fuera el WhatsApp. Ya este mes vamos por 538 euros y faltan cuatro días…se va a meter en 600. Es una burrada”, explica a Información mientras vuelve a mirar de reojo la “multa”.

Desde hace años trabaja como encargado de una de las tres tiendas que Congelados Aquamarina tiene en Jerez, en concreto, la de Los Cedros. Se trata de uno de los negocios que más electricidad consumen por las cámaras frigoríficas y que además lo hace en las horas en las que el precio está más caro, un perjuicio con el que cuenta la mayoría de los establecimientos si abren en horario comercial. “Estamos en el tramo caro (horario punta: de 10 a 14.00 horas y de 18 a 20.00 horas). Aquí los congeladores están todo el día funcionando para mantener el frío y tener la temperatura a -18 y -20 grados, en invierno el motor no tiene que arrancar continuamente sino con dos o tres veces al día para mantener el día”, señala, sin contar con el aire acondicionado, que está puesto todo el día.

Desde que se aplicó la subida a partir del 1 de junio solo han pagado un recibo, pero les ha bastado para notar la diferencia respecto al verano pasado. Están mentalizados de que “lo peor está por venir”, y que se enterarán y mucho de la subida histórica de los precios de la luz se ha producido en agosto y en los primeros días de septiembre. Este pasado jueves, por ejemplo, se disparó a un nuevo récord histórico alcanzando los 140,23 euros por  megavatio (MWh). “Vamos a pagar 650 o 700. Yo lo que hago es pagar”, confiesa resignado, deseando que “llegue el invierno” y sin perder la esperanza en que la situación cambie.

El pasado verano, la factura más alta fue de 450 o 500 euros.  “Lo que tengamos que pagar, lo pagaremos, pero tienen que intervenir ya los políticos, o que la gente se eche a la calle. Conozco a gente que ha tenido que cerrar por el tema de la luz, porque con su negocio no estaba para pagar tanto. Es que es como si pagásemos una multa por trabajar”, sentencia.

Este negocio de congelados se encuentra entre los más afectados por el incremento del precio de la luz

“Decidimos cerrar al mediodía y así quitarnos las tardes”

Cuando en la Carnicería José Gallego e Hijos, en la barriada de La Milagrosa, vieron el percal con la subida de la luz lo tuvieron claro: había que buscar la fórmula de compensar los más de 200 euros de más que pagaron en el recibo. Hicieron cuentas y optaron por cerrar por la tarde en los meses de verano, aprovechando las vacaciones y que muchos clientes se van a la playa. “Decidimos cerrar al mediodía y así quitarnos las tardes. Aunque las cámaras frigoríficas estén encendidas, nos hemos ahorrado un pico entre el aire acondicionado de la tarde y las luces de las neveras”, señala uno de los dueños.

Aun así, ya cuentan con que la factura de agosto les dará quebraderos de cabeza. “Esto es la puntilla después del tiempo tan malo que llevamos con la pandemia, por eso estamos deseando que se vaya el calor. Nos preocupa ver a diario que la luz se dispara”, señalan. 

“Hemos pagado 900 euros más de luz que el pasado verano”

En la Cervecería Retiro, en la Avenida de Europa, “estamos locos porque se vaya el calor”. Esta semana cerrarán por vacaciones, y Francisco de la Cruz, su propietario, no sabe si está más contento por ahorrarse una semana de consumo de electricidad o por desconectar siete días. Saben que la próxima factura está al caer. Teniendo en cuenta que ya en la de julio han pagado casi 2.000 euros de luz, 900 euros más que hace un año, y que los picos más caros se han dado en agosto y septiembre, prefiere ni imaginarse cuánto les va a costar el recibo de agosto. Es irremediable. Deberán pagarlo, pero no ven la hora en que venga el frío. “Ya tenemos la factura de julio y hemos pagado 900 euros más de luz. Tenemos un local muy grande, de 700 metros, con cinco máquinas de aire acondicionado grandes y dos pequeñas que no se pueden apagar porque si no con los ventanales los clientes no pueden estar”, explica.

Le consta el malestar de los compañeros, y de lo asfixiante que está resultando este verano (en todos los aspectos) para el bares, negocios y hogares, a la hora de hacer frente a estos pagos, por eso esperan que la situación cambie más pronto que tarde, mientras se acuerdan especialmente los negocios más pequeños.  “Hay algunos que si tienen que pagar 500 euros de luz te los cargas”.

 

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