El jurado popular ha declarado culpable por unanimidad al hombre de 31 años acusado de matar a pedradas en diciembre de 2011 a un amigo con quien había tenido una discusión previa en Níjar (Almería) y a quien había amenazado previamente con un cuchillo aunque un tercero impidió presuntamente que lo apuñalara.
El veredicto, leído en audiencia pública este viernes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, considera a J.B., con antecedentes por robo en casa habitada, autor de un delito de homicidio y rechaza que actuase con su capacidad volitiva y cognitiva afectada aunque si reconoce que estuvo consumiendo alcohol antes de cometer el crimen.
La fiscal ha mantenido su petición para el procesado de 13 años de prisión en atención a la "gran brutalidad" con la que causó la muerte a la víctima y su "propia personalidad" y ha interesado el pago de una indemnización de 300.000 euros a su hermano.
La acusación particular, por su parte, ha pedido 15 años, la máxima prevista por el Código Penal al considerar que J.B se prevalió de su "manifiesta" superioridad dado que el fallecido se encontraba "prácticamente en estado de coma etílico" cuando se inició la pelea entre ambos a pedradas.
La defensa, ante la decisión los integrantes del jurado popular, ha solicitado para su patrocinado, en prisión provisional por esta causa, la mínima, diez años de prisión, y ha reclamado al presidente del tribunal que tenga en cuenta que había estado "ingiriendo alcohol".
Para emitir el veredicto de culpabilidad, han aludido a que, cuando fue detenido en su domicilio a la mañana siguiente del crimen, J.B. tenía manchas de sangre en ropa, calzado y manos cuyo ADN coincidía con la víctima, así como heridas compatibles con el uso reiterado de una piedra.
Han hecho referencia, asimismo, a que los testigos que situaron a J.B. en el lugar donde se produjo la pelea y que lo vieron con el arma homicida en la mano, relataron que tenía un "carácter violento" y al hecho de que se encontraron huellas compatibles con la de su calzado junto a "un reguero de sangre de la víctima".
Según se recoge como probado, el acusado y la víctima se encontraban en la madrugada del 27 de diciembre junto a otras personas en una explanada de tierra ubicada en el paraje Cortijo Castro, en la barriada de San Isidro de Níjar.
En un momento dado, y sin que conste el motivo, surgieron "desavenencias" entre ambos que desembocaron en una riña fuerte. En el transcurso de la discusión, J.B. sacó supuestamente un cuchillo que ocultaba entre sus ropa, con un hoja de 24,5 centímetros, y la esgrimió contra la víctima "con intención de agredirle".
H.A. intentó defenderse y sufrió heridas de carácter defensivo en ambas manos pero, según remarca el fiscal, uno de los compatriotas que se encontraban allí "acudió en su auxilio y consiguió arrebatarle" el arma, "rompiendo la misma por la hoja y arrojándolo al suelo. Una vez que se consiguió que cesara la agresión y la discusión entre ambos, el resto de las personas que estaban en el descampado abandonaron el lugar.
HALLADO POR UN OPERARIO DE BASURAS
Cuando ambos se quedaron solos, J.B. golpeó presuntamente a H.A. en la cabeza de manera "repetida y con gran energía" usando "dos piedras" hasta que lo mató. Las piedras tenían un grosor de 4,7 centímetros y sus dimensiones eran de "10,3 por 8 centímetros" aproximadamente.
La víctima falleció "única y exclusivamente" por las heridas, hasta 13, sufridas como consecuencia de los golpes en la cabeza, que "le produjeron un traumatismo craneoencefálico severo con hemorragia masiva y la destrucción de los centros nerviosos, ocasionándole el inmediato fallecimiento".
El cuerpo sin vida de H.A., de 28 años, fue descubierto por un empleado de servicio municipal de basuras de Níjar a las 05,00 horas del día 27 en la explanada, donde el acusado "le dejó tendido, desentendiéndose de él".