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Almería

El abogado del acusado del crimen de la bebé Míriam ve \"contradicciones\" en su perfil psicológico

La pericial realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal concluye que Jonathan Moya no tenía alteradas su facultades\" cuando sucedieron los hechos y, por tanto, tenía \"indemnes\" su capacidad de conocer y de actuar

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El abogado que ejerce la defensa de Jonathan Moya, presunto autor del rapto y muerte de la niña de 16 meses de Palma del Condado (Huelva) en diciembre de 2012, ha indicado este lunes que ve "bastantes contradicciones" en el contenido del informe psicoógico realizado a su patrocinado y ha considerado que no contesta "a las dudas" que planteamos.

   En declaraciones a Europa Press, Cantalejo ha señalado que tras la lectura de esta ultima pericial incorporada a la causa que instruye el juzgado número 2 de Almería aún "deben aclararse aspecto" qué ha calificado de "oscuros" en torno a la personalidad de Moya González.

   Al hilo de esto, ha remarcado que, a su juicio, "no contesta a las dudas" que se plantearon al solicitar esta diligencia de prueba sobre el pérfil psicólogico del joven. "Hay bastante contradicciones que deben aclararse", ha asegurado.

   En concreto, Cantalejo solicitó al juez instructor en mayo la práctica de varias diligencias de prueba, y, entre otras, solicitó conocer si existía en él "predisposición o indisposición" respecto a la comisión de delitos violentos.

   La pericial realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal concluye que Jonathan Moya  no tenía alteradas su facultades" cuando sucedieron los hechos y, por tanto, tenía "indemnes" su capacidad de conocer y de actuar.

   Apunta a que no se puede hablar de trastorno de la personalidad, aunque refiere "algunos rasgos de personalidad acentuados, como son la impulsividad y la tendencia a conductas antisociales".

   El informe recoge el testimonio prestado por la madre de la bebé, Gema Cuerda, cuando interpuso la denuncia por la desaparición en el puesto de la Guardia Civil de Gérgal (Almería) el 20 de diciembre de 2012, y el contenido de las declaraciones del principal imputado en la Comandancia, una vez detenido, y en sede judicial, dos, así como el relato de la "extensa" entrevista mantenida con él por los psiquiatras-forenses.

   Recoge, asimismo, sus "múltiples antecedentes" por delitos de robo de vehículos sin intimidación, delitos contra el patrimonio, falsedad documental y usurpación de identidad de un cargo público, en concreto, un guardia civil, e indica que ha ingreso cuatro veces en prisión, a la que hay que sumar la última por el crimen de Míriam si bien en la actualidad se encuentra cumpliendo condena por algunos de los hechos citados anteriormente.

   El informe incorporado a la causa se suma a otras diligencias que se han ido practicando y que incluyeron, tras la última declaración que prestó ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Almería, un "amplio "informe de la Guardia Civil en el que se descartaba, tal y como sostenía Moya, que hubiese participado en el crimen una segunda persona y tras mantener una entrevista con la persona a la que señaló con "nombres y apellidos".

   Otras diligencias de prueba solicitadas están relacionadas con el informe definitivo de autopsia y si este sería compatible con la versión de una "caída fortuita" aunque, en un primer momento, se ha descartado por los peritos el "origen accidental" debido a "los múltiples focos de contusión" y la "impronta de dedos en el tórax" .

   El informe definitivo de autopsia achaca el traumatismo craneoencefálico que sufrió la bebé al "choque repetido de la cabeza de la niña" sobre una "superficie plana" en una "actitud violenta" cuyo "desencadenante pudo ser la frustración que el agresor pudiera experimentar mientras lloraba el bebé".

   Concluye, asimismo, que la "asfixia mecánica" que sufrió se produjo "por oclusión" de las fosas nasales y de la boca "mediante el film de plástico que le rodeaba completamente la cabeza y el cuerpo" cuando fue encontrada el 27 de diciembre de 2012, tras siete días en paradero desconocido, una balsa de riego próxima al Cortijo Torre de Marfil, en Fiñana (Almería).

   El Instituto de Medicina Legal (IML) dató la muerte de la pequeña en un primer momento, aunque eso también está pendiente de acotar, entre el 24 y el 25 de diciembre de 2012. Su presunto secuestro fue denunciado el día 20 por la madre Gema Cuerda, quien relató a los agentes del puesto de la Guardia Civil de Gérgal que Moya González, con mantenía entonces una relación, se había llevado "a su hija y todas sus pertenencias" tras una "fuerte discusión".

   Un jurado popular será el encargado de enjuiciar el rapto y muerte de la niña Míriam mientras que la presunta agresión sexual del principal imputado, Jonathan Moya, a su madre, Gema Cuerda, se tramita mediante sumario de forma separada.

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