La Audiencia Provincial de Almería ha acordado el archivo de la causa penal abierta para investigar el envenenamiento con el contenido de una botella de whisky que causó la muerte el 28 de febrero a un ciudadano marroquí e intoxicó gravemente a siete jóvenes residentes en el municipio de El Ejido (Almería).

   El auto de la Sección Segunda dispone el sobreseimiento de las actuaciones, y se aviene a los argumentos de la Fiscalía, que interesó el archivo del procedimiento que abrió el Juzgado de Instrucción número 4 de Almería por presuntos delitos de homicidio y de lesiones graves, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.

   En su escrito al tribunal, el Ministerio Público concluía que, a la vista de las diligencias practicadas, no habían quedado acreditados "indicios racionales suficientes" de que los hechos constituyesen una infracción penal que pudiera ser "imputable a personas determinadas".

   El juez instructor cerró a principios de junio la investigación y remitió el sumario a la Audiencia Provincial aunque "sin procesamiento alguno" al, igualmente, no encontrar "indicios racionales de criminalidad contra persona alguna contra la que dirigir la acusación".

   La botella de whisky que causó el envenenamiento mortal en plena calle del centro de la capital almeriense estaba contaminada con un producto insecticida, según confirmó en el informe que elaboró a partir de las muestras recogidas el Instituto Nacional de Toxicología, con sede en Sevilla, y aportado a la causa.

   Los profesionales del Complejo Hospitalario de Torrecárdenas que atendieron a los afectados a su ingreso activaron de hecho el protocolo clínico para contrarrestar los efectos nocivos de una intoxicación por "pesticida del tipo de los organofosforados carbamatos" y les administraron un "antídoto específico" para este tipo de químico

   La investigación judicial intentó determinar el origen de la botella, de una reconocida marca y encontrada en un portal del municipio de El Ejido por un grupo de jóvenes y si su presencia en ese lugar era accidental o, por el contrario, intencionada, y ordenó la práctica de numerosas diligencias de prueba.

   La Policía Nacional por su parte concluyó que la botella de whisky que los afectados consumieron en la madrugada del 28 de febrero "no estaba precintada" cuando fue encontrada en la confluencia de las calles Trajano y Dalia de la ciudad y que había sido manipulada ya que "le faltaba contenido".

   A esta conclusión se llegó a partir del análisis comparativo del envase que se realizó y de las manifestaciones de un responsable de la comercialización en Almería de esta marca de whisky que reveló que ese modelo, 'Pure malt', se dejó de comercializar en España en 2005 y que llevaba como "medida de seguridad" un precinto térmico-plástico que impedía que el contenido líquido se pudiese manipular y "volver a precintar nuevamente".

   La instrucción judicial también ha perseguido aclarar los motivos por los que la botella llegó al portal de la vivienda unifamiliar ubicada a unos 400 metros de la sede del Ayuntamiento de El Ejido antes de que fuera encontrada por uno de los jóvenes afectados, en el interior de una bolsa de plástico de supermercado. Así, se tomó declaración al morador de la casa así como a su entorno familiar y a otra persona, arrendatario del garaje del inmueble.

SEMIINCONSCIENTES Y CON ESPUMA EN LA BOCA

   La intoxicación mortal se produjo sobre las 2,25 horas del 28 de febrero. La sala del 092 requirió la presencia de agentes en la calle Trajano, a la altura de la calle Dalia de la capital almeriense, ya que varios jóvenes estaban en el suelo, sufriendo, al parecer, un coma etílico. Las testificales apuntaron a que, tras beber en poca cantidad, los jóvenes comenzaron a encontrarse mal.

   Transcurridos unos minutos de haberse marchado las ambulancias con los jóvenes afectados, agentes de la Policía Local desplazados al lugar fueron requeridos por una joven ya que en las inmediaciones se encontraban otras dos personas, de nacionalidad marroquí, con iguales síntomas que los anteriores, en estado semiinconsciente y arrojando espuma por la boca. No se pudo hacer nada por salvar la vida de J.E.R., quien ejercía de gorrilla en la zona.

   La secuencia de los hechos apuntó a que estas dos personas vieron el alcohol y procedieron a tomar del mismo, en esta ocasión en mayor cantidad que los jóvenes, lo que habría derivado en una mayor gravedad de la intoxicación y en el fatal desenlace.