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Almería

El 80% de los horticultores tiene producciones bajo sello de calidad

El 78,7 por ciento de los agricultores en almería tienen certificada su producción bajo sistemas del calidad

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El 78,7 por ciento de los agricultores en almería tienen certificada su producción bajo sistemas del calidad y el 70 por ciento realizan control biológico en sus cultivos.

Así se recoge en el estudio 'El sistema de producción hortícola protegido de la provincia de Almería', fruto de la colaboración entre el Instituto de Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) y Fundación Cajamar, presentado este viernes por la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, y que, entre otras cuestiones, permite constatar que el desarrollo de la agricultura intensiva en la provincia "se apoya en un soporte técnico muy importante, que ayuda a los agricultores en la toma de decisiones con el objeto de elevar el nivel de producción y la calidad de la misma".

Durante su intervención, Ortiz ha subrayado la importancia económica y social "indiscutible" del sector hortícola protegido almeriense, que se refleja en su contribución al PIB de la provincia, hasta un 20 por ciento, y su valor de producción, que alcanza 2.000 millones de euros y que suponen el 90 por ciento del valor de la producción agraria de Almería y más del 60 por ciento del valor de la producción hortícola andaluza.

Al hilo de esto, ha hecho hincapié en que la relevancia de este sector "no radica sólo en sus cifras de producción y comercialización, sino también en su capacidad de inducir la actividad empresarial y generar empleo", en concreto, más de 50.000 puestos de trabajo directos e indirectos. En total, la horticultura protegida de Almería reúne un entramado de 243 empresas de manipulado y transformación, de industria auxiliar y otros sectores económicos como, por ejemplo, el transporte.

Ortiz ha explicado que el trabajo presentado este viernes responde a la "demanda continua" del sector de frutas y hortalizas de Almería de conocer las características de su sistema productivo y su evolución en el tiempo.

El estudio caracteriza el sistema de producción de la horticultura protegida mediante el análisis de distintos parámetros de la campaña 2012-2013; y da continuidad a los realizados en las campañas 1999-2000, elaborado por la Fundación para la Investigación Agraria en la Provincia de Almería -Fiapa-, la Universidad de Almería y la Estación Experimental Las Palmerillas de Cajamar) y 2005-2006 (realizado por Fiapa y Cajamar).

Para la consejera, esto "permite identificar los cambios producidos en este sistema productivo a lo largo del tiempo". "Son datos fundamentales para que tanto la iniciativa privada como las administraciones podamos partir de datos más objetivos para tomar decisiones más acertadas", ha señalado Ortiz.

PRINCIPAL TRANSFORMACIÓN, EL CONTROL BIOLÓGICO

De la comparación de estos trabajos se deduce que la principal transformación en los últimos años en la horticultura almeriense se ha producido en el control biológico, ámbito en el que se ha producido un "cambio radical", ya que si hoy el 70 por ciento de los agricultores encuestados admite haber puesto en prácticas este tipo de técnicas, en la campaña 2005-2006 apenas lo hizo el cuatro por ciento.

El estudio atribuye este "cambio radical" a los problemas fitosanitarios del año 2007, que significaron "el punto de inflexión" en la utilización de fauna auxiliar, tanto depredadores como parasitoides. Así, cultivos como el pimiento tienen el 97 por ciento de su superficie bajo control biológico.

El informe concluye que, en la actualidad, Almería es la zona con la mayor concentración de invernaderos a nivel mundial donde se utiliza el control biológico como una técnica habitual y que adopción de esta técnicas respetuosas con el medio ambiente se ha implementado gracias al apoyo de todos los actores que componen el sistema hortícola productivo de Almería.

Entre las conclusiones que se extraen de este estudio se encuentra también que la búsqueda de la excelencia y la obtención de unos productos que puedan competir en las mejores condiciones en los exigentes mercados internacionales, lo que ha llevado a los horticultores almerienses a preocuparse por obtener certificaciones de calidad para sus producciones.

Así, el 78,7 por ciento de los agricultores de la provincia certifican su producción bajo algún sello de calidad. Más de una tercera parte de ellos, el 34,7 por ciento cuenta además con dos o más certificaciones. La norma más utilizada es 'Global GAP para Frutas y Hortalizas' (casi 49 por ciento), seguida de la 'UNE 155001, Hortalizas para consumo en freso, producción controlada de cultivos protegidos' (41,2 por ciento) y Producción Integrada (19,5 por ciento).

En el acto de presentación de este estudio han participado, además de la consejera, el presidente del Ifapa, Jerónimo Pérez, el presidente de la Fundación Cajamar, Jerónimo Molina, y el coordinador de Investigación y Transferencia de esta fundación, Juan Carlos Gázquez.

FORMACIÓN DE LOS AGRICULTORES

Ortiz ha destacado que para la redacción del estudio se ha realizado un trabajo de campo consistente en 450 encuestas a "productores con explotaciones relevantes en las diferentes comarcas" y, concretamente, en Campo de Dalías y Campo de Níjar-Bajo Andarax. Este trabajo, elaborado durante 2015, analiza tanto las características de las explotaciones hortícolas almerienses durante la campaña 2012-2013, como de los productores --formación, uso de medios informáticos y asesoramiento-- y las explotaciones.

Al respecto, el estudio concluye que la mayoría de los agricultores de Almería, hasta el 81,2 por ciento, ha recibido algún tipo de formación oficial y, en comparación con la campaña 2005-2006 se observa un mayor nivel educativo, ya que se ha reducido el número de productores que no han finalizado la enseñanza obligatoria, pasando de un 33,5 por ciento de entonces, a un 18,8 por ciento ahora.

La proporción de agricultores con Bachillerato o Formación Profesional ha aumentado en estos años de un 11,5 por ciento a un 20,4 por ciento. Además de este tipo de formación, existe también otra cualificación específica para los profesionales de la actividad agrícola como, por ejemplo, los cursos de incorporación a la empresa agraria (20,2 por ciento de los agricultores encuestados lo han realizado) o el de aplicador de productos fitosanitarios (el 89,3 por ciento lo ha realizado).

Asimismo, también se observa un aumento del número de agricultores que han realizado otros cursos monográficos y de menor duración. De esta forma, el 38,7 por ciento de los encuestados ha asistido a un acción formativa de este tipo y el 27,1 por ciento de ellos ha participado en un curso de Control Biológico.

El respaldo de la Consejería en este ámbito queda patente, entre otras actuaciones, en la oferta de 152 cursos y 14 jornadas dirigidas a este colectivo impartidos por el centro Ifapa de la Mojonera durante el año pasado.

Uno de los aspectos que ha recalcado la consejera es el alto grado de utilización que hacen los agricultores de las tecnologías de la comunicación para informarse. El informe destaca que Internet es la vía más utilizada, hasta un 42,7 por ciento, seguida de jornadas (35,1 por ciento), revistas, radio, televisión y redes sociales.

Al comparar estos datos con los obtenidos en el primero de los estudios realizados (1999-2000), destaca claramente el incremento de Internet, que asciende del 0,4 al 42% por ciento y se coloca como la vía más importante de información tras la figura del asesor técnico. De hecho, el nivel de asesoramiento técnico es muy elevado, ya que casi el 100 por ciento de los productores recurren a este apoyo. Entre los aspectos más abordados se encuentran los tratamientos fitosanitarios (97 por ciento de los agricultores) seguido de cuestiones relativas a plagas, fertilización y riego.

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