I.F.B., el hombre de 26 años y nacionalidad rumana acusado de provocar a principios de 2017 un accidente de tráfico en la Rambla Federico García Lorca de Almería en el que murió una vecina de Mallorca, ha manifestado este lunes en la primera sesión del juicio que apenas bebió "dos copas" la noche anterior a los hechos pero que se encontraba "muy cansado" tras haber estado "casi 24 horas sin dormir", lo que combatió tomando "cinco o seis" latas de bebida energética.
El hombre, para el que la Fiscalía pide nueve años de prisión a tenor de los hechos por los que ha pedido "perdón", ha detallado que tras producirse la colisión decidió huir a pie del lugar por "miedo" al ver la cantidad de gente que se había reunido en torno al lugar del impacto. "Estaba muy asustado, no sabía qué hacer", ha indicado antes de puntualizar que "no sabía con qué había chocado", según su versión.
Según ha relatado, antes del accidente, que se dio sobre las 8,00 horas del 8 de enero de 2017, estuvo trabajando "todo el día" en la compraventa de vehículos antes de que irse a un concierto en Aguadulce por la noche con un vehículo propiedad de un familiar. Así, ha afirmado que tomó un par de copas entre las 22,00 y 0,00 horas antes de decidir tomar bebidas energéticas para evitar quedarse dormido. La última la consumió antes de subir al coche de nuevo.
En este sentido, ha afirmado que volvió a casa por la N-340a entre Aguadulce y Almería respetando las normas de tráfico hasta que se incorporó, ya en la capital, a la rambla Federico García Lorca, donde recuerda un semáforo en verde y otro en ámbar.
"En ese momento pensé que era un domingo de enero, que no había nadie y no tenía riesgo", según ha indicado antes de puntualizar que desde ese instante ya no recuerda nada hasta el momento del impacto, por lo que no sabe si recorrió a gran velocidad la vía por su carril central, saltándose varios discos en rojo, lo que habría llevado a un taxista a realizar una maniobra para evitar un primer golpe.
Tras el choque con otro vehículo en el cruce con la calle Poeta Paco Aquino, el conductor se bajó de su coche con la cara y el cuerpo dolorido. "Solamente quería irme a casa" ha dicho antes de relatar que, una vez llegó a casa, le dijo a su padre que no sabía qué había ocurrido, ante lo que decidió acostarse.
"Lamento mucho lo que he hecho, mi vida es un infierno", ha afirmado a preguntas de la acusación particular, ante la que ha señalado que era "la primera vez" que conducía ese vehículo, de alta gama, en el que "prácticamente no se nota la velocidad". "No sabía que había una persona fallecida, no sabía contra qué había chocado", ha insistido en relación al accidente, que además dejó heridos a un bebé de 15 meses, a la pareja sentimental de la fallecida y a otras dos personas. "Se que para ellos son un monstruo, una mala persona", ha añadido.
A preguntas de su defensa ejercida por el letrado Nabil El Meknassi Barnosi, el acusado ha afirmado que habitualmente no bebe alcohol y que trabajaba durante muchas horas, que cuenta con carné de conducir desde los 18 años y que nunca antes había tenido un accidente ni había sido sancionado. Igualmente, ha explicado que una vez recuperado tras llegar a su casa, a menos de un kilómetro del lugar del siniestro, acudió a declarar a la Comisaría, sentido en el que ha asegurado que ha colaborado con la investigación.
Además de las penas privativas de libertad, la Fiscalía interesa una multa de 24 meses a razón de 12 euros diarios y la prohibición de conducir vehículos a motor durante diez años al considerarlo autor de un delito de homicidio por imprudencia grave, otro de lesiones graves y un tercero de omisión del deber de socorro.