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La diosa Atenea no entendía de los precios del futuro

Undécima edición de la Gala del Olivar y el Aceite de Oliva, que tuvo lugar en el pabellón cubierto y con una estructura similar a la de anteriores ocasiones. La entrega del Premio Internacional Oro Virgen de Baena a un personaje popular (María del Monte) y la investidura de Cofrades de Honor...

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  • Aceite -
Una hora y media, con asistencia de un millar de personas, de los cinco galardonados, ausencias, escenario diferente, sutiles medidas de seguridad, temperatura agradable, cámaras de televisión, fotógrafos, periodistas, y saludos, muchos saludos y hasta reencuentros. Antes en el Liceo y ahora en el pabellón, las once ediciones de la Gala del Olivar han marcado un patrón común: reconocer a personajes públicos y profesionales para promocionar el aceite de oliva. No fue la del sábado pasado una excepción, aunque sí es una de las galas en las que menos investiduras de Cofrades de Honor han realizado los Amigos del Olivos de Baena. Tres discursos sobresalieron por encima del resto, y por diferentes motivos. Pocas palabras de María del Monte, sin bata de cola, pero muy arreglada para la ocasión, vestida de negro seco y algunos tonos grises. Aplaudida en el escenario y también cuando abandonaba las instalaciones deportivas. Cuidados sentimientos los expresados por José Bono, en esa especial habilidad que tiene de llegar a la gente, cuando habla de cosas cercanas a la gente. Repetido mensaje de Martín Soler, quizá como consuelo en esta época de campaña, sobre lo de que la unión hará la fuera y propiciará una subida de los precios.

Bienvenidas

Bastantes minutos esperó el alcalde de Baena al presidente del Congreso a la altura de la biblioteca. Así que, seguro, agradecieron luego, el ambiente calentito del interior del recinto. Con casi media hora de retraso porque también las autoridades atendieron a los medios informativos, empezó la Gala que volvió a ser presentada por Mónica Ordóñez. 
  
Luis Moreno fue refiriéndose en su discurso a todos los premiados. A José Bono, presidente del Parlamento español, le dijo que "formas parte de la España entrañable de nuestros afectos, nos guste más o menos las cosas que hagas", y le echó intencionada ternura cuando contó que su nieto le aconsejó que le pidiera a Bono lo del Hospital para Baena. Al consejero de Agricultura, Martín Soler, el primer edil le habló del deseo de que el precio del aceite estuviese "80 céntimos por encima del actual para mantener una situación de bonanza y afrontar el futuro en condiciones". A Antonio Pulido, presidente de Cajasol, le reconoció que no estaba para "hacer milagros de dar créditos al 0%", pero le pidió que hiciera lo posible por afrontar la adversidades y "ocuparse de los que no tienen nada". Y al fotógrafo vasco, Alberto Schommer, le deseo que pudiera trasladar el alma de los pueblo que fotografía para que "nos viésemos reflejados y limpiar nuestras almas". Prosiguió su intervención con un largo relato, especie de autobiografía del día en el que "has tenido que afrontar 40 problemas". En ese texto se refirió a los "comunistas que ahora juegan a urbanistas del ladrillo", a los "tiempos de turbación" y que la "solución es volver al pan con aceite". Finalizó sus palabras el alcalde presentando a María del Monte, la premiada con el Oro Virgen de Baena. De ella dijo que simboliza el mundo del pan con aceite y que "lo tiene casi todo, arte, humanismo, simpatía, figura y generosidad", significando que era una "muestra de la mujer de Andalucía que tanto amamos".

Oro virgen

La cantante y presentadora de televisión, María del Monte, recogió el olivo y la placa que le acreditan como Premio Internacional Oro Virgen de Baena 2008 y explico que donaba los 3.000 euros del galardón a la Asociación de Familiares de Alzheimer Jesús Nazareno de Baena y a la residencia de San Francisco, porque "si ayudo a que unos ancianos coman dulces en Navidad me va a engordar más que el pan con aceite". La sevillana, que  ha aparcado su carrera como cantante por estar cada tarde en Canal Sur, pero que asegura que volverá a grabar un disco y regresará a los escenarios, destacó su condición de "creyente" y manifestó que Dios es inteligente porque fue a rezar debajo de un olivo". Se refirió a su sobrino nacido hace semanas (seguramente al hijo de Antonio y Rosario Mohedano, la sobrina de Rocío Jurado) diciendo que había nacido con un pan bajo el brazo, "con aceite de oliva".

Cofrades

José Bono fue el primero de los cuatro investidos como Cofrades de Honor del Olivo en un apartado conducido en el escenario por el presidente de la cofradía, Manuel Piedrahita. El titular del Congreso, como el resto, prestó el simbólico juramento de fidelidad y promoción del virgen extra y se dirigió a los presentes destacando su condición de albaceteño, en una tierra de olivar en el 90% de su extensión. Destacó que el aire de Baena le traía recuerdos, "sentimientos de trabajo y esfuerzo", y olores de su infancia relacionada con la aceituna y el vareo: "yo pude estudiar gracias a los olivos". José Bono, en una línea muy similar a la marcada en noviembre de 2005 por Juan y Medio en sus palabras en el mismo escenario, echó la mirada atrás para reconocer a los antepasados que "eran analfabetos, pero no por tontos sino porque de aquella se pensaba en obedecer".Aquellos, dijo la segunda autoridad de la Nación, "que no sabían de vacaciones, de corbatas, que no tenían nevera y que ya no están con nosotros, son los que deberían ser nombrados verdaderos Cofrades de Honor, porque ellos son los responsables de nuestro progreso, que no debemos a un presidente o a un ministro, sino a ellos, los que ya no pueden votar".
  
En un tono más político-social, el presidente del Congreso de los Diputados dijo que creía en una "España de la igualdad y de la justicia", en la que los padres piensan en "que sus hijos sean más que ellos", "de los que no se conforman y quieren progresar, por encima de identidades". Concluyó José Bono comparando la necesidad de que la igualdad y la verdad se sobrepongan a la mentira  como el aceite lo hace con cualquier agua.
  
El fotógrafo vasco y académico de las Bellas Artes, Alberto Schommer, con una dilatadísima trayectoria profesional que le ha llevado a publicar medio centenar de libros con sus trabajos por todos los rincones del mundo, dijo que el aceite de Baena tenía un olor que "ni el mejor perfume de mujer". Se confesó "emocionado" por las horas que había pasado en la ciudad y en una de sus almazaras y terminó con un cariñoso elogio al público: "les voy a hacer una foto con las manos y el corazón".
  
El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, que afronta su mandato en una entidad fusionada hace pocos meses, con alto índice de morosidad y la crisis financiera  presente, recordó que de niño merendaba pan con aceite, pero "como soy un poco más joven que el alcalde de Baena, entonces le añadíamos un poco de Cola Cao". Expresó su esperanza de que el olivar siga siendo "símbolo de esta sociedad" y aseguró que Baena y su Denominación de Origen son reconocidos en el mundo entero".
  
El consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Martín Soler, cerró el turno de intervenciones y de investiduras.  Insistió, aprovechando la presencia entre el público de muchos olivareros, en que Andalucía debe liderar el mercado de los precios y la comercialización de la aceituna, lo mismo que lidera mundialmente la producción de este manjar saludable. Dijo que era incomprensible y que no se podía mantener que "haya solo 4 ó 5 grandes comercializadoras y 1.300 empresas distribuyendo a la vez, muy fragmentadas, atomizadas, porque eso es un signo de debilidad".Soler fue claro señalando que "si no fijamos el precio los andaluces siendo líderes, tenemos un problema". Puso sobre la mesa la contradicción de que se pague el aceite a 2,19 euros siendo un estandarte de calidad mundialmente reconocido. Y tras solicitar unión en lograr estos objetivos de quienes tienen que ver con los 7,2 millones de olivos andaluces, dijo que "de todas las grasas que se consumen en el mundo, solo el 2% es aceite de oliva", remarcando que hay mucho mercado y mucho futuro por delante. Y a las diez de la noche, tras los premios y como aperitivo cultural a la Cena Popular con aceite fresco, cantó Mariza la portuguesa. D negro fino, alargado y elegante, voz profunda en el poema y tibia en el arranque del sentimiento. Fados, pero también ritmos africanos y mestizos que la engancharon en algunos de sus viajes musicales por otros contornos y otros contenidos. Así habló musicadamente de su disco "Terra"...

El fotógrafo octogenario que nunca saldrá en la foto de familia del olivar

Alberto Schommer Kock, no tiene ningún apellido español, ni tampoco vasco. Pero lleva  sus ochenta años orgulloso de ser vitoriano, alavés y... además de castellano, ciudadano del mundo. Espero sentado, como el primero en llegar de todos los "grandes" de la fila cero, sin casi donaciones. Cuando los premiados se colocaron delante de la pancarta en la que la prensa hacía su trabajo, nadie le avisó y siguió sentado a unos metros de distancia de la foto del glamour, de la foto para la posteridad. Él, la hubiera hecho mejor que cualquiera de nosotros. Hablando de fotos, sí salieron en ellas quienes solicitaron, con éxito, inmortalizarse con el presidente del Congreso, pese a su prisa obligada por abandonar el recinto. Eso sí, ningún fotógrafo consiguió, pese a la insistencia, que Don José se colocara sobre su cabeza (muy famosa últimamente por razones capilares), el sombrero negro cordobés como Cofrade de Honor.
  
Tampoco lograron (es posible que ni el señor Schommer hubiese sido capaz), encajar a la perfección una foto en un escenario excesivamente alto para el menester y con luces en la contra, especialmente molestas.   Nacer para ser alto, no es lo mismo que nacer para ser bajo. Sobre todo si en el atril de intervenciones a Luis Moreno le sobra la plataforma colocada en el suelo y a Maria del Monte o José Bono les hace falta. Hablando de nacimientos, habrá que cambiar algunos currículums del presidente de Cajasol que quiso descubrir, con su madre como testigo de excepción reacordándole incluso al ginecólogo que asistió al parto, que nació en Baena y permaneció unas horas en la ciudad del olivar hasta marcharse a Castro del Río.  El color morado en un precioso vestido de la presentadora ejerció algo de amarillo gafe en los escenarios, pues en los inicios de la gala el micrófono inalámbrico no funcionó como debiera. Debieron ser algo así como "indirectas" algunas de las que se intuyeron en los discursos  oficiales o en las comparecencias ante la prensa, en ese ejercicio de sacar punta o de buscar entre líneas de José Bono, con lo de no mencionar mucho a la diosa Atenea "por si algunos se incomodan", de Manuel Piedrahita hacia algunos "agoreros" o la mención a que no creía que hubiera comunistas de los 60, que hizo Luis Moreno, poco después de empezar su alocución  como hace días el presidente Zapatero ante sus compañeros de partido, anunciando medidas contra la crisis, que no precisó.

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