Según este cabañuelista, la segunda quincena de marzo será soleada en la zona de Cádiz, con nubosidad de evolución, brumas matinales, viento de levante moderado y temperaturas en ligero ascenso. Para la primera quincena de abril, que coincidirá con los últimos días de la Semana Mayor, Brizuela augura un clima similar.
No obstante, el experto asegura que entre los cabañuelistas hay división de opiniones para esta fecha, ya que algunos vaticinan que el tiempo estará revuelto durante la semana de Pasión, hasta el Viernes de Dolores.
En cualquier caso, Brizuela aconseja esperar hasta el Miércoles de Ceniza, que se celebrará el próximo 17 de febrero, para dar el último pronóstico. Ese día permitirá que los cofrades se hagan una idea de lo que puede deparar la Semana Santa de 2010, climatológicamente hablando. La mañana de ese 17 de febrero puede indicar el tiempo que hará durante los primeros días de la Semana Santa, mientras la tarde corresponderá a los últimos días.
González Brizuela da credibilidad al dicho que dice “llueve en el Nacimiento (por el día de Navidad), llueve en el Prendimiento”. Según este experto, el día de la Inmaculada también es clave para el desarrollo de la Semana Santa. Afortunadamente, el pasado 8 de diciembre no llovió y el día 25 tampoco lo hizo de forma clara, sólo chispeó, lo que permite que los cofrades sigan albergando la esperanza de una Semana Santa despejada y sin sobresaltos de este tipo.
Brizuela recuerda que estos pronósticos tienen un 70 por ciento de fiabilidad, pero también insiste en que la Semana Santa está enclavada en una época del año donde los partes meteorológicos cambian contínuamente, lo que genera bastantes complicaciones a la hora de realizar una predicción. No obstante, argumentó que el método de las cabañuelas es el que es, y que para realizar el pronóstico se toman los primeros 12 días de agosto y “ateniéndonos sólo y exclusivamente a esos días, la predicción es que el tiempo en Cádiz será favorable”.
De momento, ésta es la única predicción fiable que se puede hacer. Ahora toca esperar al 17 de febrero y rezar para que no llueva. Luego habrá que seguir rezando para que el pronóstico, de ser bueno, se cumpla.