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Los daños colaterales del ?Durbanazo?

El Durbanazo, la inesperada derrota ante Suiza (0-1), tiene aún remedio para el futuro mundialista de la selección española con el partido frente a Chile por delante, pero provoca unos daños colaterales de cierta trascendencia.

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El Durbanazo, la inesperada derrota ante Suiza (0-1), tiene aún remedio para el futuro mundialista de la selección española con el partido frente a Chile por delante, pero provoca unos daños colaterales de cierta trascendencia.

La importancia del encuentro de mañana en Pretoria impedirá a Vicente del Bosque rotar en su plantilla.

Situación habitual y necesaria en todos los equipos para una competición tan larga e intensa como un Mundial o una Eurocopa.

Y es que, tras una temporada tan cargada, es necesario reservar y administrar las reservas físicas de la plantilla. Y, por qué no, dar minutos y que todos se sientan partícipes.

Una victoria en los dos primeros partidos, ante Suiza y Honduras, hubiera situado a España ya en los octavos de final junto a Chile, y aunque todavía les quedaría el dirimir la primera plaza, ambos equipos tendrían la tranquilidad de haber superado esta primera fase.

El gol de Gelson Fernandes y la consiguiente derrota impide a Del Bosque pensar en más allá. Necesita a su once de gala para el encuentro ante Chile. Es una final y no puede haber reservas.

De esta forma, si España consigue superar esta fase de grupos, la base del equipo llegará muy cargada a los octavos de final, al contrario que en anteriores ocasiones.

No es que garantice nada, por supuesto. José Antonio Camacho lo pudo hacer en Corea y Japón; e incluso Luis Aragonés así lo hizo en Alemania 2006 ante Arabia Saudí y en los octavos de final España cayó ante Francia.

En la Eurocopa 2008, tras vencer los dos primeros partidos, también pudo alinear ante Grecia un equipo totalmente distinto al que había jugado inicialmente.

El bloque, el grupo, lo agradeció y creció. Todos se convirtieron en partícipes sobre el césped. Y las reservas físicas de los más habituales, también agradeció el descanso en el partido ante Grecia.

Ahora, en Sudáfrica 2010, no hay esta posibilidad. Pepe Reina, Víctor Valdés, Carlos Marchena, Raúl Albiol, Javi Martínez y Fernando Llorente no se han estrenado y saben que, de no haber ninguna indeseable lesión de por medio, lo tienen complicado.

Toda la plantilla sabe su rol y es consciente de que Del Bosque tiene un bloque que, si no hay lesiones, experimenta escasas variaciones.

Entre los dos primeros partidos han intervenido 17 jugadores. Iker Casillas, Piqué, Carles Puyol, Joan Capdevila, Xabi Alonso y David Villa han disputado todos los minutos.

Sergio Ramos, Sergio Busquets, Xavi Hernández, Fernando Torres y Jesús Navas han participado en los dos encuentros; Andrés Iniesta, este por no estar en perfectas condiciones, y David Silva no estuvieron ante Honduras tras ser titulares en el debut; y Cesc Fábregas, Juan Mata, Pedro Rodríguez y Álvaro Arbeloa no superan los veinte minutos.

Si en la cita germana jugaron todos menos Pepe Reina, por entonces el tercer portero de la selección, en la victoria continental le ocurrió a Andrés Palop, el tercer guardameta en el torneo continental. Marchena fue titular fijo en la Eurocopa en el centro de la defensa junto a Carlos Puyol.

Desde hace un tiempo Gerard Piqué le arrebató la plaza y ahora sabe que apenas tendrá opciones.

Pero el sevillano, uno de los más expertos de la selección, campeón mundial sub’20 en Nigeria’99 junto a Iker Casillas y Xavi Hernández. Su suplencia la lleva con el lógico dolor pero con una filosofía que está impregnada en el grupo.

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