Esta carta está motivada por su actitud y sus palabras en el último Pleno celebrado el día 1 de julio, en el cual negó la palabra a dos personas que la habían solicitado legalmente, argumentando que sólo podía hablar un representante del Foro.
Después de leer detenidamente el reglamento, pues no teníamos nada preparado de antemano como se dijo, pensamos que se equivocó, porque no eran tres representantes del Foro Social, sino tres personas que cada una de ellas representaba a su correspondiente asociación: Andad, UGT y Asociación de Vecinos La Gobernaora, y así se había solicitado.
Esto mismo ha tenido lugar en otras ocasiones sin problema, por ejemplo cuando se debatió en Pleno sobre la cárcel Puerto III.
De todas formas, aunque usted hubiera tenido razón, ¿no habría sido mejor conceder la palabra, quedando como un alcalde que escucha y evitando la escenita que se produjo? ¿Por qué teme tanto a la palabra, señor alcalde?
Pensamos que un buen alcalde debe buscar las ocasiones de escuchar las propuestas e incluso las quejas de sus vecinos porque su cargo representa a todos los ciudadanos.
Después de valorar la situación estamos llegando a la conclusión de que, con frecuencia, quizás usted tenga una táctica en los plenos con puntos que les resultan molestos: provocar a los asistentes, estos montan el follón y así no se trata en profundidad el tema, que en verdad es lo que usted quiere evitar.
Pues mire, lo que pretendíamos en el Pleno era trasmitir a la Corporación municipal tres mensajes que tenemos muy claros y que pensamos que ustedes deben enfrentar.
Primero, que la situación de pobreza, infravivienda, droga, conflictividad, abandono de personas mayores, inmigración, absentismo escolar y maltrato infantil, enfermos mentales, trabajadoras del sexo… es tal, que se necesita un verdadero plan de choque con políticas sociales y de austeridad de los gobernantes, que den salida a esta triste realidad que están soportando tantos portuenses.
En nuestra opinión, se están parcheando situaciones, vendiendo mucho humo, y mirando para otro lado. Ustedes nos dieron la respuesta en ese mismo Pleno, votando en contra de los grupos de la oposición en la propuesta que hacían de bajar los sueldo de los concejales y cargos de confianza y los contratos blindados, que los hay.
Segundo, que la participación ciudadana está manipulada y maniatada y no hay ningún interés en que se dé. Usted nos dio un buen ejemplo de este aspecto en el Pleno. En sus palabras de hace tres años, el reglamento de participación ciudadana era ‘un ladrillo insufrible’ que había que cambiar. ¿Por qué no lo ha hecho? Produce sonrojo el comprobar que el texto de presentación que apareció en la web del Ayuntamiento fuera el mismo que
el del anterior alcalde, cambiando solamente la firma.
Lo mismo podríamos decir de los consejos de distrito y de los sectoriales, convertidos en fábricas de reuniones sin resultados reales y no digamos nada de los tan cacareados presupuestos participativos sin norma alguna clara a la cual poder atenerse.
Tercero, que quizás el problema social más serio que tengamos hoy día sea el del paro. Que a pesar de los 30.400.000 euros que han llegado en los años 2009 y 2010 de los gobiernos Ccentral y autonómico no se ha cumplido el objetivo de generación de empleo esperado. Que, a pesar de la situación, se han realizado y se siguen realizando enormes cantidades de horas extras y de libre disponibilidad tanto en el Ayuntamiento como en las empresas concesionarias de servicios y obras municipales. Que se necesita construir viviendas sociales en régimen de alquiler con derecho a compra, equipamientos sociales, centros cívicos, etc., como medidas generadoras de empleo.
Además, con medidas de austeridad en sueldos de concejales y cargos de confianza, con un plan de ahorro energético y con la municipalización de algunas empresas concesionarias, se obtendrían numerosos ingresos para producir empleo.
Señor alcalde, este es un breve resumen de lo que en el último Pleno pretendimos exponer educadamente a la Corporación Municipal. Su actitud y la reacción de algunos de nosotros mandaron al traste todo y lamentamos la situación que se creó.
Le rogamos que cambie de actitud, pues no somos enemigos ya que todos, supuestamente, pretendemos lo mejor para nuestra ciudad, aunque tengamos distinta visión de los problemas y de sus soluciones. Nosotros intentaremos no caer en el juego de sus provocaciones.