Y uno de los hombres que destacó poderosamente en el Navarro Flores fue un Antoñito que parecía tener la motivación de un juvenil. "Hombre, con la motivación de un juvenil… no sé; pero bueno, sí es verdad que me he encontrado muy a gusto y con muchas ganas. Yo creo que la gente nueva, y los cinco o seis que nos hemos quedado aquí del año anterior, pues estamos haciendo que la ilusión sea general y total; y eso hace que te partas la cara, porque llevamosmuchos entrenando fuerte y eso hace que el equipo esté ilusionado y de que todo el mundo tenga ganas. La gente que han venido se están acoplando lo antes posible, para que el equipo funcione también cuanto antes”.
En cuanto a sus cuarenta y cinco minutos en Rota indicaba que “el mister quiere que se presiones desde arriba para que se robe el balón lo antes posible y nos llegue pronto a los delanteros. Yo parto con la ventaja de que conozco a Mario, y Mario me conoce a mí, porque llevamos ya un par de años juntos, y eso hace que nos compenetremos bastante bien. Pero, como digo, lo que quiere el mister es que el equipo la toque, que el equipo presione en el campo contrario, y eso favorece a los delanteros porque así robamos más cerca del área”.
Y lo que es importante es que los delanteros -José Mari, Bermejo o el propio Antonio- ya han comenzado marcando algo. “Está claro - decía el del Polígono San Pablo- que los delanteros siempre tenemos que marcar goles a todos los equipos; no solo an equipos inferiores, sino a cualquier equipo sin mirar categorías. Siempre tenemos que estar mirando al gol para lo que se nos pueda exigir. Yo me quedo con el trabajo del equipo, que estamos trabajando poquito a poco; pero, bueno, el equipo tiene calidad y si no marca Antonio marca Mario o marca José Mari, o que marque el que sea, que es muy importante para el equipo”.
Las parejas Antoñito-Bermejo y Capi-José Mari funcionaron a la perfección y la complicación es para el entrenador. “Bendita complicación, ¿no?. Nosotros tenemos cuatro o cinco futbolistas que pueden hacer gol en cualquier momento, y cuántos entrenadores querrían eso. Todos estamos trabajando para aportar nuestro granito de arena. Hoy le tocará a uno, mañana le tocará a otro… Pero eso no me toca a mí decidirlo. A mí me toca hacerlo lo mejor posible para ponérselo difícil al mister, que es el que finalmente decide a quién pone y a quién no”.
Antoñito está con una tremenda ilusión en su cuarta campaña en el Xerez.
