Practicar procesos de adaptación -en los entornos familiares- con los más pequeños que se incorporan por primera vez a las aulas, tras las vacaciones, puede contribuir a evitar la ansiedad de separación en estos menores respecto a sus padres, allegados o tutores de referencia.
Así lo explica la docente y psicóloga Montserrat Amorós, en una entrevista con EFE, en la que proporciona algunas claves a las familias con hijos pequeños para volver a coger ritmo de cara a la vuelta al colegio.
Alumnos de toda España retoman estos días las clases, tras un largo período de descanso y no siempre es fácil afrontar el regreso a la rutina, a los madrugones y al esfuerzo del estudio, indica Amorós, por su experiencia, también, como coordinadora del área de Psicología de la Educación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Los más pequeños pueden sufrir lo que se conoce como “ansiedad por separación” y, además, factores como el cambio de etapa educativa puede suponer un desafío añadido.
Amorós recomienda practicar “procesos de adaptación” de forma previa a la vuelta al colegio después de las vacaciones para los niños que van a la escuela, por primera vez, para evitar que tengan “ansiedad de separación” de su entorno más próximo.
"Los niños pequeños, sobre todo, cuando están en esa etapa en la que empiezan a ir al colegio, en torno a los 3 años, tienen apego a su familia y a sus referentes”.
Por ello, “al dejar a estos niños en la escuela, tienen ese miedo y esa ansiedad a separarse de sus allegados y de sus tutores de referencia, entonces, en todas las escuelas se hacen procesos de adaptación, en los que el alumno va de forma progresiva a la escuela durante unas horas, para que se vaya acomodando a ese tiempo sin estar con la familia”.
En la actualidad, "hay muchos métodos que las escuelas ya conocen para realizar este período de adaptación", en los que "a los niños les viene bien esa seguridad que les ofrece una persona de referencia, los padres o abuelos, que puedan entrar en el centro y, así, sientan que es un entorno conocido en el que van a estar con otros niños”.
Aún así, ha precisado, “hay casos en los que se puede dar esta ansiedad de separación, pero son cada vez más reducidos y se pueden trabajar desde casa con una explicación a nivel didáctico de lo que es y en qué consistirá (ir al colegio), y los niños, de forma progresiva, lo van entendiendo y se preparan”.
La adaptación previa también es una técnica a aplicar para hacer más llevadera la vuelta al colegio después de las vacaciones de verano, que, como consecuencia del relajamiento de las rutinas, “se puede hacer un poco agobiante tanto para las familias como para los niños”, ha indicado.
“Volver a madrugar y a tener esa rutina, junto a que los veranos son largos, y más este año, en el que nos dura el calor, puede hacer más dura la vuelta a la escuela”, ha subrayado esta psicóloga, quien ha incidido, por lo que es "importante prepararse para esa vuelta a la escuela”.
Desde su punto de vista, "esta preparación puede consistir, en las vísperas de la vuelta al colegio, ir hablando de esa vuelta progresiva a la rutina, de que sus hijos se van a reencontrar con los otros niños, sus compañeros, y a hacer actividades extraescolares”.
“Es interesante que no haya ese cambio tan brusco junto a los nervios del inicio de curso”, por lo que “dos días antes les podemos empezar a preparar, que no se acuesten tan tarde y avanzar ese despertar, y eso ayudará a esa adaptación y reincorporación”, ha asegurado.