Según un comunicado emitido la pasada jornada, la compañía aumentó sus beneficios gracias, entre otros factores, a un encarecimiento del 12 por ciento de sus tarifas aéreas, hasta alcanzar una media de 44 euros por billete de avión.
Respecto a las pérdidas causadas por la cancelación de vuelos durante los pasados abril y mayo por la erupción del volcán islandés, la aerolínea aseguró que la factura final se situará en torno a los 32 millones de euros, unos 18 menos de los esperado.