Tal y como explicó el delegado de Juventud, Francisco Benavent a este periódico, los fondos aportados por el Injuve se recibieron en el Ayuntamiento mediado este año 2010, habiéndose destinado los mismos al proyecto y a los estudios y catas arqueológicas necesarias previa a la demolición de los muros que son posible derribar del edificio donde se pretende construir el semillero. Se trata de una finca ubicada en la calle Barranco, conlindante con la futura Ciudad del Flamenco, cuya fachada está datada en el siglo XVIII y no se puede derribar.
El trabajo de estudio del terreno y el propio diseño del centro han ocupado estos meses, estando todo preparado ya para proceder al siguiente paso, que consiste en arriostrar la fachada por su parte trasera, para impedir que pueda caerse y proceder al derribo del resto de paramentos que componen la edificación existente.
Francisco Benavent, que reconoció que los trabajos han ido lentos y que se han ajustado a los presupuestos disponibles, insistió en que estos últimos pasos (la colocación de la crujía metálica en la fachada sobre todo) , hay que darlos antes de que empiece el movimiento de tierra de la futura Ciudad del Flamenco, dado que será necesario asegurar ésta para evitar problemas, a la vez que se puede utilizar el movimiento de camiones para proceder con el solar donde se levantará este edificio.
En cuanto a la disponibilidad de fondos, Benavent señaló que para poder seguir con el proyecto se contemplará una partida en los próximos presupuestos municipales que se están elaborando en este momento, a la vez que Juventud volverá a recurrir a la convocatoria de ayudas del Injuve en cuanto estas se convoquen el año que viene. La idea es que pueda estar muy avanzado en los primeros meses de 2011.
