La sesión se ha desarrollado durante tres días, dos de ellos consistentes en un programa de reuniones y otro día de trabajo en campo junto a agentes de la autoridad y efectivos de la Unidad Canina de la Estrategia para la erradicación del uso ilegal de cebos envenados en Andalucía, el plan de acción de la Consejería de Medio Ambiente que, vigente desde 2004, constituye un referente internacional por sus resultados, que apuntan a una mayor sensibilización social y una disminución real de esta práctica ilegal.
Las situaciones de partida son diferentes en los países que participan del proyecto; así, mientras en alguno el uso del veneno ha estado permitido hasta hace relativamente poco tiempo, en todo el territorio español está prohibido desde los años 70 del siglo pasado. También en materia de legislación nacional y regional hay importantes diferencias. A ello se añaden las particularidades locales del trabajo en campo: los usos, la protección del territorio y la propiedad del mismo varían bastante en las cuatro áreas piloto objeto del proyecto, que integran 55 municipios de los Parques Naturales de Hornachuelos y Sierra Mágina, la serranía de Ronda y el Espacio Natural Sierra Nevada.
Por ello, los representantes de las entidades portuguesas, griegas, cretenses y andaluzas asociadas en esta iniciativa han puesto en común los problemas generales relativos a la pérdida de biodiversidad relacionada con el uso de cebos envenenados en el campo que afectan a los tres países mediterráneos involucrados. De este modo han podido establecer una serie de directrices generales para el desarrollo de las futuras actuaciones. Asimismo, han coordinado los capítulos técnicos y económicos del Proyecto.
Una de las directrices fundamentales emanadas de esta reunión de coordinación establece que el motor principal del proyecto va a ser el trabajo directo y continuo con la población rural, y en especial con colectivos como ganaderos o cazadores.
La búsqueda de soluciones a los problemas que surjan a lo largo del proyecto se acometerán en consenso con todos los socios participantes, siendo la Fundación Gypaetus, por su condición de beneficiario coordinador, la responsable final de la adopción medidas para lograrlo si no se alcanzara. La Fundación Gypaetus está dedicada desde sus inicios en el año 2000 a trabajar por la reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía desde una perspectiva dinámica e integradora que defiende el papel activo de la población y la cultura rural en la conformación y el mantenimiento de la biodiversidad y el paisaje. Por ello, el éxito en la coordinación y los resultados de este Life+ supondría un doble logro porque repercutiría muy positivamente en el Programa de reintroducción del quebrantahuesos de la Junta de Andalucía que desarrolla la Fundación Gypaetus.
El presupuesto global de este Life+ alcanza los 5.660.886 euros, cifra de la que el 60 por ciento se invertirá en Andalucía. La Unión Europea financia el 50% del Proyecto y la otra mitad los tres socios cofinanciadores: la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático griego y la portuguesa Cámara de Idaulea Nova. El socio beneficiario coordinador es la Fundación Gypaetus, los beneficiarios asociados son el Centro de Estudios da Avifauna Ibérica (Portugal), las entidades conservacionistas ARCTUROS y Quercus (griega y portuguesa respectivamente) y el Museo de Historia Natural de la Universidad de Creta y junto a ellos un elevado número de socios locales. Las actuaciones se desarrollarán de forma integrada con el equipo técnico y el equipo canino de la Estrategia andaluza contra el veneno, los agentes de Medio Ambiente y los del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, que ya trabajan en Andalucía desde hace más de un año con protocolos de actuación conjunta y coordinada.