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Curioso Empedernido

Deseos y objetivos

Cuando asumimos alguna responsabilidad hemos de aprender a reconocer privada y publicamente nuestros errores

Publicado: 21/03/2024 ·
13:29
· Actualizado: 21/03/2024 · 13:29
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Autor

Juan Antonio Palacios

Juan Antonio Palacios es observador de la conducta humana, analista de la realidad y creador de personajes literarios

Curioso Empedernido

Curioso empedernido. Curioso de las tres pes, por psicología, la política y el periodismo, y alérgico a las fronteras y murallas

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Algunos sujetos andan enredados y confundidos permanentemente entre deseos y objetivos, y carecen de planes, proyectos y programas que desarrollar, y se quedan en meros antojos y caprichos que distan mucho de convertirse en una transformación de la realidad, porque detrás no hay nada de nada.

Se puede aspirar al mayor de los anhelos, incluso a ser investido para lograr aspirar a la Presidencia de Gobierno de tu País, pero detrás tienes que saber explicar a los ciudadanos y ciudadanas para qué, qué cosas quieres cambiar y en que vas a beneficiar a la gente, lo que no puedes quedarte es solo en intentar desprestigiar al adversario.

Todo el mundo puede querer que le toque el boleto de Euromillón, pero en primer lugar tendrá que jugar y en segundo lugar que salgan los números por los que apuesta, sino lo que es un objetivo se queda en una mera pretensión de querer ver realizada una ilusión.

Hay quienes se pasan el tiempo construyendo fantasías sobre deseos imaginados, y van demasiado lejos con cosas que no sirven para nada, desconocidas en la mayoría de las ocasiones, pero que en su despliegue de rarezas parecen cortadas por el mismo patrón.

De los deseos a los objetivos pasamos por las manos de muchos manipuladores, entre construcciones y desmantelamientos, buscando piezas que no encajan, generando y regenerando proyectos en borradores y en limpios, entre lobos y ovejas 

Casi siempre nos quedan asuntos pendientes. No podemos leerlo todo ni hacerlo todo, resulta imposible por mucho que queramos y solo los que no forman parte del problema pueden estar en disposición de resolverlos, personajes de la realidad y otros que se pierden en la leyenda. 

No podemos tomarnos la vida al pie de la letra, y hemos de sentirnos contentos con nosotros mismos y daremos un paso importante para hacerlo a los demás. Muchas veces el exceso de reglas ahoga la libertad de cualquier ciudadano o ciudadana que quieran ser protagonistas.

Entre las exigencias y las intransigencias, envenenar la convivencia o encerrarnos en posiciones extremas, aterrizajes y despegues, cansados y despejados, esplendores y ocasos, atrevernos a mirar a la gente de frente y decirles lo que pensamos. 

Buscar la abundancia en lo suficiente, sabiendo mantener el diálogo con nuestro crítico interior, y siendo siempre consciente que tenemos algo que mejorar, entrenando nuestra iniciativa y nuestro autocontrol. Cuando decidamos ponernos a escribir, hagámoslo con claridad y expresando cosas que podamos conseguir .

Cuando asumimos alguna responsabilidad hemos de aprender a reconocer privada y publicamente nuestros errores, sabiendo corregir e incluso si se tiene alguna responsabilidad política, a conjugar un verbo que en nuestro País resulta muy extraño, dimitir.

No olvidemos que para conseguir algo difícil, pensar positivamente no es suficiente. De hecho, desear querer ganar o conseguir algo concreto, si no nos lo creemos del todo, puede crearnos ansiedad e interponerse en el éxito de la consecución de nuestros objetivos.

Ante cualquier situación queremos causar una buena primera impresión, como acordarnos del nombre de los demás, comunicar con nuestras expresiones faciales y sobre todo con los ojos.

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