A pesar de que los invitó -pura parodia, obviamente- faltaron sus compañeros del programa del corazón para el que trabaja semanalmente en una conocida cadena comercial, pero caso todos ellos enviaron un mensaje de apoyo al Carnaval isleño que fue proyectado en una gran pantalla instalada en la zona alta del atrio del Ayuntamiento.
Cientos de isleños se agolparon en la céntrica plaza isleña para ver in situ, a pesar de la gélida noche, la intervención de Padilla, que se prolongó por espacio de algo más de 45 minutos y que no estuvo a la altura que quizás se esperaba cuando hace dos meses se anunció su presencia en La Isla pregonando la fiesta de las carnestolendas.
Pero previamente al pregón propiamente dicho, se procedió por parte del Ayuntamiento a la tradicional proclamación e imposición del antifaz a la colombina mayor Raquel González Noé y su corte carnavalesca. También se hizo entrega del Pierrot de Plata a la Sociedad Deportiva de Pescadores de La Corchuela, recogido por su presidente Manuel Sainz de la Maza, y del Pierrot de Oro a Manuel Hernández El Lejía, chirigotero isleño con más de 20 años de agrupaciones a sus espaldas.
El show de Padilla
Tras dicho acto protocolario, se dio paso al pregón de Paz Padilla, quien realizó un somero repaso por la rabiosa actualidad de La Isla, con el tranvía que “se sabe que va a llegar, pero no cuando”, así como por la gastronomía isleña y sus excelencias. Además, en mas de una ocasión y en tono cariñoso hizo mención especial a la figura del alcalde, Manuel María de Bernardo, llamándolo “calvo”. La humorista dejó constancia de que tenía conocimiento de la geografía isleña, sobre todo porque tuvo un novio de San Fernando y que le llevaba por la noche por zonas como “la Casería o la playa de Camposoto”, dándole a su intervención ese tono picantón que siempre se espera de ella.
Poco a poco el pregón fue transcurriendo entre chistes y parodias de Padilla, que no paró de interactuar con Chiquilicuatre e inclusive bailaron la canción por la que saltó a la fama de la mano de Andreu Buenafuente el artista catalán. A cambio, la gaditana la enseñó a hacer el tradicional tipo, tipo del Carnaval gaditano.
Tras la pregonera, cantó la chirigota Los canis de David Hernández El Lejía, que le brindó el repertorio al Pierrot de Oro del Carnaval. Los que sí se merecieron un aplauso fueron los cientos de isleños que aguantaron estoicamente el frío. Paz Padilla fue la única que se lo llevó calentito.
