El Ejército de Israel continúa este miércoles su ofensiva por aire, tierra y mar sobre todo el largo de la Franja de Gaza, donde asegura haber realizado ataques contra 25 "objetivos" en las últimas horas, que dejaron decenas de palestinos muertos en una guerra que ya dura más de nueve meses.
"Durante el último día, la Fuerza Aérea de Israel atacó más de 25 objetivos terroristas en toda la Franja de Gaza, incluidas estructuras militares e infraestructura y células terroristas", indicó el Ejército en un comunicado.
De su lado, la agencia oficial de noticias palestina Wafa asegura que "decenas de civiles murieron este miércoles y otros resultaron heridos" por esos ataques.
Un supuesto francotirador del grupo islamista Hamás fue "eliminado" con ataques aéreos junto a otro presunto miliciano en el norte del enclave, informó el Ejército israelí.
En esa zona, los soldados bombardearon estructuras desde donde fueron lanzados ayer tres cohetes hacia la ciudad israelí de Sderot, sin dejar víctimas.
Por otro lado, el Ejército dice continuar sus "operativas precisas y basadas en inteligencia" en Rafah, una ciudad en el extremo sur de la Franja, donde se refugian cientos de miles de desplazados por la guerra y a la que llegaron las tropas terrestres israelíes a principios de mayo.
Los soldados israelíes "identificaron y eliminaron una célula terrorista y un lanzador" de cohetes, indicó el comunicado castrense.
Además, el Ejército asegura que continúa operando en centro de la Franja "eliminando terroristas y desmantelando estructuras utilizadas para observar a los soldados en la zona".
En esa zona, y más precisamente en el campo de refugiados de Nuseirat, "siete civiles murieron y otros resultaron heridos hoy como resultado del bombardeo por parte de la ocupación sobre una casa en las cercanías de la mezquita de Sunna", asegura Wafa.
Además, dos civiles murieron y otros 15 resultaron heridos tras bombardeos contra la mezquita Abdulá Azam, al norte de Nuseirat.
Ayer, los ataques israelíes en ese campo de refugiados se centraron en una escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), y dejaron al menos 23 muertos y 73 heridos.
El Ejército israelí confirmó el ataque contra la escuela, alegando que había un grupo de supuestos milicianos que "planearon y dirigieron numerosos ataques contra las tropas israelíes".
En tanto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, se reunió ayer en Tel Aviv con el comandante del Mando Central de Estados Unidos, Erik Kurilla, y le dijo que las tropas de Israel siguen comprometidas con la eliminación de los líderes de Hamás.
El sábado, el Ejército israelí realizó un extenso ataque que tuvo por objetivo a Mohamed Deif, comandante jefe de las Brigadas al Qasam -brazo armado de Hamás-, cuyo destino continúa siendo incierto.
En ese bombardeo ocurrido en Mawasi, una zona catalogada como "humanitaria", 90 gazatíes murieron y otros 300 resultaron heridos, y se confirmó la muerte de Rafaa Salameh, mano derecha de Deif y comandante de la brigada de Jan Yunis.
Por otro lado, Gallant sostuvo una llamada con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, quien enfatizó la importancia de aumentar el flujo de asistencia humanitaria a la Franja a través de todos los cruces terrestres y apoyar las entregas de ayuda en el puerto israelí de Ashdod.
La guerra estalló el 7 de octubre de 2023 tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados. Desde entonces, las fuerzas israelíes atacan sin cesar la Franja de Gaza, donde ya suman más de 38.713 muertos -la mayoría mujeres y niños-, al menos 89.166 heridos y casi dos millones de desplazados en condiciones humanitarias paupérrimas.
La comunidad internacional ejerce cada vez más presión por alcanzar una tregua que permita la liberación de los 116 rehenes que Hamás mantiene cautivos en la Franja, así como la entrada de ayuda humanitaria al devastado enclave.