Tractores y contenedores para despejar calles, las necesidades de los municipios afectados

Las necesidades de los pueblos de Valencia afectados por la dana se centran, en estos momentos, en la llegada de tractores y contenedores para despejar las calles de los muebles y enseres dañados que se han sacado de las viviendas.

Son montañas de muebles, utensilios, electrodomésticos y otros enseres que ocupan las calles tras las labores de limpieza de los vecinos, y que urge retirar de la vía para despejar las calles.

La Diputación de Valencia está en contacto permanente con los pueblos afectados y cada pocas horas dispone de información de las necesidades actualizadas que van teniendo y, en estos momentos, son cuestiones logísticas, aunque también de forma puntual se comunican urgencias como productos de limpieza o de higiene personal, señalan a EFE desde la institución provincial.

Se da la circunstancia de que en pueblos de la zona de Utiel, donde la actividad agraria es la principal, los agricultores ya han realizado este trabajo y ahora la falta consiste en succionadores para limpiar las alcantarillas de lodo y restos arrastrados por las inundaciones.

En pueblos de esta zona como Utiel, Chiva o Riola, la limpieza de las calles está muy adelantada por este motivo, aunque queda recogida pendiente y la Diputación ha enviado esta tarde diez tractores a Buñol.

En la zona cero de la dana, al sur de la ciudad de València, las necesidades pasan principalmente por tractores y contenedores para almacenar los restos y de ahí trasladarlos al depósito correspondiente, y en Paiporta y Sedaví ya están trabajando los tractores.

La Diputación coordina esta ayuda a través de la SGISE (Societat valenciana de gestió integral dels serveis d'emergències) y de asociaciones de voluntarios que organiza para que puedan entrar en los municipios y despejar las calles.

A modo particular, grupos de voluntarios se organizan desde hace días para cargar enseres en camiones y llevarlos a los lugares habilitados como depósitos de basura, como ocurre en Aldaia.

Por el momento, según las mismas fuentes, las necesidades de comida y agua están cubiertas, pero son numerosos los voluntarios que reparten raciones, como macarrones con tomate y chorizo y arroz blanco con tomate y huevo, o alimentos por las calles, tanto a los voluntarios como a los vecinos que continúan las labores de limpieza.