El Sevilla, que el lunes cerrará la decimoquinta jornada de LaLiga EA Sports frente a Osasuna en el Ramón Sánchez-Pizjuán, no ha ganado ninguno de sus seis últimos enfrentamientos oficiales contra el equipo navarro, desde el 2-0 (goles de Diego Carlos y Lucas Ocampos) que le endosó en la duodécima jornada de la 2020/21.

En la devolución de visita de aquel campeonato, los sevillistas empataron a cero en Pamplona ante Osasuna, que le ganó tres veces en la campaña 2022/23: 2-1 tanto en la primera jornada de Liga como en el cuarto de final de la Copa del Rey, resuelto en la prórroga por Ez Abde, y 2-3 en el duelo liguero en la capital andaluza.

La temporada pasada, sevillistas y navarros empataron sus dos partidos: sin goles en Pamplona y 1-1 en el Sánchez-Pizjuán, donde Isaac Romero adelantó a los locales e igualó la contienda el croata Ante Budimir.

Antes de esta racha, el campo del Sevilla era terreno vedado para Osasuna, que venía de acumular doce derrotas y un empate en sus trece últimas visitas, después de dos Ligas consecutivas, la 2004/05 y la 2005/06, en las que se impuso por la mínima con goles, respectivamente, de Chengue Morales y de Milosevic.

Durante el siglo XX, los pamploneses sólo ganaron cuatro veces en el estadio del barrio de Nervión, donde, además, cosecharon nueve empates y encajaron veinte derrotas. El primero de esos triunfos rojillos fue en Segunda División, en la temporada 1973/74, cuando se impusieron por 0-1 gracias a Ostívar.

Sus otras tres victorias datan de los años ochenta: 2-3 en la Liga 1981/82, cuando marcaron para los locales Santi y Magdaleno e hicieron los tantos visitantes Iriguíbel, Martín y Lumbreras; 1-2 en la 1984/85, con goles de Bustingorri, Orejuela y el sevillista Magdaleno; y 0-2 en el curso 1987/88, con tantos de Robinson y Goikoetxea.