El arte del traje flamenco celebra su 30ª edición en Sevilla. Casi un centenar de diseñadores han deslumbrado con sus colecciones en la Semana Internacional de la Moda Flamenca (Simof), una de las citas más esperadas del sector. Durante cuatro días, el público ha podido disfrutar de 47 desfiles que han reunido a algunos de los nombres más relevantes de la moda flamenca, así como a jóvenes talentos emergentes. En total, 1.620 trajes han llenado de color y estilo el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (Fibes), dejando claro que el flamenco sigue siendo un referente internacional de creatividad y pasión.
El evento arrancó con la presencia del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, y las personalidades Paz Vega, madrina de la edición, y Pastora Soler, embajadora oficial.
La diseñadora Pilar Vera fue la encargada de inaugurar los desfiles, presentando una colección que rinde homenaje a su madre y a Milagros Román, su inspiración y mentora. "Rondaban los 70, mi época favorita, un momento de cambios que también transformó la silueta de la flamenca. Ahí se fraguan mis orígenes como diseñadora: en aprender de mi madre las técnicas de costura que luego aplicaría en diseños nuevos que empezaba a crear por pura diversión para mí y mis amigas cuando llegaba la Feria de Abril", cuenta Vera. Su propuesta, Mi origen, trae un aire de los años setenta, con volantes generosos y tejidos frescos como el lino. Los colores brillantes, especialmente el rojo, azul y amarillo, marcan la pauta de la colección.
Colecciones que marcan el ritmo de la moda flamenca
Entre los desfiles más esperados, la diseñadora Sara Sanabria presentó Bambola, una oda a la mujer italiana. Con tonos de blanco, negro, y acentos en azul y vino, Sanabria apostó por satén, jacquard y encajes. "La italiana no tiene miedo al color, sucumbe a las tendencias y hace de los complementos parte del look", explicó la creadora.
Por su parte, Ana Morón deslumbró con su colección Vida, un tributo a la maternidad y la esencia femenina, usando tejidos florales bordados, organzas de seda y tules. Los colores brillantes como verde lima y buganvilla dominaron la pasarela, mientras los complementos de Samuel Ortega añadían el toque perfecto a cada pieza.
José Galvañ también sorprendió con su propuesta Lo imperfecto, donde la belleza de las imperfecciones se convirtió en protagonista. "Lo Imperfecto nace de la libertad de ser quien somos, de la belleza de los detalles menos convencionales", explicó Galvañ. Los lunares clásicos y estampados vibrantes marcaron su colección, que celebró la autenticidad y la sencillez.
Innovación y tradición se dan la mano
Aurora Gaviño, una de las grandes esperadas, presentó El templo del duende, una fascinante reinterpretación del flamenco con influencias tailandesas. Sus trajes evocaban la arquitectura de los templos, fusionando sedas tailandesas, brocados dorados y volantes capoteados, mientras que los amuletos y collares inspirados en la tribu de las mujeres jirafa aportaban un toque único.
La firma Miabril, que lleva siete años apostando por la tradición y la elegancia del flamenco, presentó una colección que celebró los tonos cálidos y los grandes volantes, fusionando comodidad y belleza. Para esta edición, la colaboración con Ganzitos Shoes presentó cuñas exclusivas inspiradas en el flamenco, completando el look de la flamenca moderna. "Este año, ¡que viva la exageración!", declaran las diseñadoras Rocío Terry y Lourdes Montes.
Finalmente, el joven Gil Ortiz, con su colección Lole y Manuel, rindió homenaje al famoso dúo flamenco, fusionando tradición y modernidad. Los trajes de cortes ceñidos y mangas largas con volantes de farol evocaban la esencia bohemia y gitana del espíritu flamenco de los años 70, con estampados de lunares y tonos clásicos como el blanco, negro y rojo.
El futuro de la moda flamenca se escribe en SIMOF
Con 30 años de historia, SIMOF sigue consolidándose como un referente internacional de la moda flamenca. Cada colección presentada en la pasarela no sólo refleja el talento de los diseñadores, sino también el alma y la pasión de un arte que sigue evolucionando, manteniendo su esencia, pero siempre mirando hacia el futuro. La 30ª edición de SIMOF demuestra que la moda flamenca tiene mucho que ofrecer, tanto a nivel nacional como internacional, y que sigue siendo una fuente de inspiración para generaciones de creadores y amantes de la moda.
