Los vecinos de la barriada rural de Torremelgarejo vivieron este pasado lunes una tarde de "terror", "miedo" y "preocupación" por la fuerte tromba de agua caída en la zona, que provocó inundaciones de calles, carreteras e incluso de viviendas, una situación que recordó por momentos a lo que pasó en Valencia en octubre del pasado año. "Yo lo veía desde la ventana y decía: dios mío, esto es como Valencia, otra dana, porque nunca he visto llover así", ha contado una de las vecinas de esta barriada.
En esta zona rural, cercana al circuito de Jerez y la autopista AP-4 -afectada también por una fuerte granizada y donde llegaron a recogerse más de cien litros por metro cuadrado, según fuentes municipales-, se afanaban este martes en limpiar los daños y tratar de volver a la normalidad tras una tarde que vivieron con "terror" algunos vecinos, como Rocío, que tuvo que ser rescatada junto a su familia --dos hijos, sus padres y su marido-- del tejado de su vivienda, después de que la crecida del arroyo Salado provocase que el agua llegase a una altura mayor de un metro e inundase su casa.
"Ha sido una pesadilla", ha definido Rocío en declaraciones a los medios lo que sufrió el lunes, recordando las imágenes vistas sobre Valencia y comparándolas con lo experimentado por ella misma, donde "una ola" arrastró barro y contenedores. Así, ha contado que faltó al trabajo para estar ocuparse de sus dos hijos pequeños y su padre, una persona mayor con movilidad reducida ante la crecida del agua, y que tuvieron que llamar a emergencias para que los rescatasen a todos, en total seis personas, además de varios animales de compañía.
"Eso es terror, eso no es miedo, es terror. Mi niña decía todo el tiempo: nos vamos a morir, nos vamos a morir, y si llego a irme a trabajar hoy en día está mi niña y mi madre y mi padre muertos", ha sentenciado esta vecina que tiene su vivienda en la carretera de Arcos, a la altura del kilómetro 7, cerca a la zona inundada del circuito de Jerez.
Cerca de allí, en Torremelgarejo, los daños materiales también son visibles, al igual que los emocionales, ya que sus vecinos siguen recordando con miedo lo que vivieron en un momento, con esa gran tromba de agua que cayó acompañada de granizos. Así, ha detallado que cayó lluvia "con muchísima intensidad y muchos granizos" y que al llover "tanta cantidad", las alcantarillas "nos dieron abasto y empezó a correr el agua como si fuera un río".
"Pasamos mucho miedo y preocupación porque no sabíamos hasta cuándo iba a parar, cómo iba a acabar esto", ha relatado Rafael, señalando que "estamos todos muy sensibles con lo que había pasado en Valencia" y que el agua "no paraba de llover", arrastrando a su paso "trozos de piedra de alquitrán y ramas que venían desde arriba".
Otra vecina de esta barriada rural ha explicado que estuvo "pendiente" de que el agua no superase el escalón de su vivienda y que llegó a ver a vecinos con el agua "hasta las rodillas". En ese sentido, ha confesado que temió tener que abandonar su casa y que estuvo "asustada" con el panorama que veía alrededor. "Anoche sí hemos pasado mucho miedo", ha afirmado.
En esta zona rural de Jerez el miedo y el recuerdo de lo que pasó en Valencia es lo que más se repite entre sus habitantes, como ha expresado Pepa, otra vecina, quien a sus 65 años no recuerda haber visto llover como lo hizo este lunes. "Mi patio de atrás era como una piscina", ha contado, recordando el miedo que sintió ante el granizo "tan fuerte" que cayó, llegando incluso a rezar para que parase de llover.
