La Cuaresma sevillana ha llegado pisando fuerte haciendo coincidir
el primero de los fines de semana del periodo de preparación con el primer viernes de marzo, una de las citas más interesantes de toda la cuaresma.
Esto ha provocado que en tres días, entre Vía Crucis, traslados y actos extraordinarios, nos hayamos encontrado con
una veintena de actos que en su mayoría se han visto cancelados o modificados para ser rezados en el interior de las iglesias. La tarde más aciaga de todas fue la del viernes, en la que
se preveían 6 Vía Crucis y de los cuales ninguno llegó a las calles de Sevilla debido a la alta probabilidad de lluvia prevista para las últimas horas de la noche.
Diferente fue la tarde del sábado y del domingo, que a pesar de mantener la inestabilidad meteorológica
sí que pudimos ver cofradías -no exentas de sustos- por las calles de Sevilla.
Esto es lo que ocurrió con
el Vía Crucis de Pino Montano, que salió a las calles, pero tuvo que volverse debido a la
aparición de la lluvia mientras se encontraban realizando el rezo. Con
algo más de suerte contó la hermandad del Baratillo tanto a la ida como, sobre todo, a la vuelta del Hospital de la Caridad para celebrar su Función Principal, traslados en los que solo apareció la lluvia a la entrada en el Hospital de la Caridad en la tarde del sábado. Misma suerte con la que contó la Hermandad de
la Estrella, que pudo trasladarse a la Parroquia de San Jacinto para sus cultos.
Especialmente triste fue el
no poder ver estampas extraordinarias previstas para este fin de semana como era
la Salida Extraordinaria de San Juan de Dios que fue suspendida con anterioridad y la primera de las salidas a las calles de
la Virgen de la Encarnación del barrio de La Barzola, que estaba espectacularmente dispuesta sobre unas andas con palio y que iba a estar acompañada por la Banda Municipal de La Puebla del Río.