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Sevilla

Cinco años tras la pandemia: 700 viviendas más para el turismo y menos para el alquiler

La ciudad es la segunda de España donde más se ha desplomado la oferta para arrendamiento

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  • Candados de pisos turísticos. -

La oferta de alquileres permanentes en España ha caído en un 56% en los cinco años transcurridos desde la aparición de la pandemia del coronavirus, mientras que los precios se han incrementado en un 30% en el mismo periodo de tiempo, según un informe elaborado por el portal inmobiliario idealista.

Las dificultades para el movimiento trajeron un aumento meteórico de la oferta de alquileres permanentes, que se duplicaron en pocos meses y marcaron su máximo en diciembre de 2020, momento en el que los precios comenzaron a bajar, como consecuencia de la ley de oferta y vivienda.

Según idealista, Una vez terminado el estado de alarma, las políticas adoptadas por el Ejecutivo no se focalizaron en crear oferta, pese a la comprobación empírica de que su aumento reducía los precios. Las sucesivas medidas punitivas y coercitivas de cara a los propietarios propiciaron la drástica desaparición de la oferta: desde el máximo de diciembre de 2020 la oferta de alquileres permanentes en España ha caído un 56%, mientras que los precios se han incrementado un 30% en el mismo periodo.

La mayor caída de la oferta disponible desde la pandemia se ha registrado en Barcelona, donde se ha reducido un 84% desde diciembre de 2020. Le siguen los descensos de Sevilla (-73%), Palma (-73%), Madrid (-71%), Granada (-71%) y Las Palmas de Gran Canaria (-70%). Con caídas por debajo del 70% se encuentran San Sebastián (-65%), Málaga (-64%), Valencia (-63%) y Bilbao (-61%).

En cuanto al incremento de los precios desde diciembre de 2020, en todas las capitales analizadas han subido sin excepción. Los precios del alquiler han crecido un 74% en Valencia, mientras que la subida en Barcelona ha sido del 62% y en Alicante del 60%. Les siguen los ascensos de Málaga (55%), Segovia (54%), Palma (53%), Ávila (45%) y Madrid (44%). En Sevilla la subida de precio ha sido del 23%.

EL IMPACTO TURÍSTICO

Aunque el informe del portal inmobiliario no hace alusión a las causas de la reducción del mercado del alquiler, es obvio que al menos en Sevilla ello se ha debido en buena parte al fenómeno de las viviendas de uso turístico (VUT).

Según los informes ‘Estadística experimental. Medición del número de viviendas turísticas en España y su capacidad’, realizados por el Instituto Nacional de Estadística, en agosto del año 2020, tan sólo cinco meses después del confinamiento general por el Covid, había en Sevilla capital 5.540 viviendas de uso turístico que suponían una oferta de 22.622 plazas de alojamiento, a una media de 4 plazas. En noviembre de 2024, cuatro años y tres meses después, ese número se había incrementado hasta las 6.240, es decir 700 más y que no se comercializaban para el alquiler tradicional o permanente.

En el documento técnico ‘Informe impacto vivienda turística’, redactado por Espacio Común Coop para Emvisesa en marzo de 2024 y que sirvió de base para que el Ayuntamiento aprobara el pasado 17 de octubre la limitación al 10% de las residenciales en cada barrio de las VUT, se muestra una tabla referida a los ingresos medios anuales por el alquiler de vivienda de uso turístico y por uso residencial a largo plazo en catorce barrios representativos de la ciudad:

Cuadro de ingresos medios.

La conclusión es demoledora. Por término medio, el alquiler de una vivienda para uso turístico en Sevilla ofrece una rentabilidad anual de 34.286 euros, frente a 7.800 en caso de que esa vivienda se destinara a un alquiler tradicional a largo plazo: 4,3 veces más. En el caso del barrio de Santa Cruz la rentabilidad es 4,8 veces superior.

"Esta alta rentabilidad -puede leerse en el informe encargado por Emvisesa- hace mucho más atractivo este uso, y tiene como consecuencia que las personas propietarias de vivienda que tienen dichos inmuebles en alquiler convencional acaben destinando su vivienda a VUT, ya que obtendrán unos mayores beneficios".

Los redactores del informe llegan para Sevilla a un diagnóstico similar al que a escala nacional ha realizado el portal inmobiliario idealista al hacer balance de los cinco años transcurridos desde la aparición de la pandemia: la crisis causada por el Covid determinó la imposibilidad de que las viviendas de uso turístico siguieran operando, de tal forma que muchas de ellas se incorporaron al alquiler residencial, por lo que en los ámbitos donde existía mayor número de viviendas de dichas características se incrementó la oferta de viviendas en alquiler.

El incremento de esta oferta de viviendas en alquiler coincidió en el tiempo, precisamente, con una contención de los precios de renta de los alquileres, así como de compraventa de las viviendas, «lo que viene a poner de manifiesto -afirman los autores del documento- cómo el aumento o disminución de la oferta de viviendas en régimen de alquiler incide en la determinación de los precios por aplicación de los principios que rigen el funcionamiento de la oferta y la demanda».

Y concluyen: "Por tanto, la disminución de la oferta de viviendas que supone destinar las mismas al turismo tiene un impacto al alza sobre los precios de venta y alquiler de las viviendas, en la medida en que está disminuyendo la oferta de éstas. Se comprueba en los datos analizados que aquellos barrios de la ciudad en los que existe una mayor presencia de VUT coinciden con aquellos que presentan mayores precios de alquiler de vivienda colectiva, dificultando el acceso a la vivienda a aquellos colectivos que presentan menores niveles de renta".

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