El Museo de Bellas Artes de Sevilla inaugura una nueva exposición temporal dedicada a Francisco Leygonier, considerado el primer fotógrafo sevillano. La muestra, comisariada por Juan Antonio Fernández Rivero y María Teresa García Ballesteros, reúne un total de 81 piezas de diferentes formatos, incluyendo calotipos, albúminas, daguerrotipos, litografías y retratos en cartas de visita.
La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, presentó la exposición destacando el carácter “absolutamente pionero” de Leygonier, que trabajó en Sevilla durante 35 años. Junto a Luis Masson y Emilio Beauchy, forma parte de la trilogía de fotógrafos que contribuyeron al desarrollo del arte fotográfico desde la capital andaluza.
Leygonier documentó con su cámara monumentos emblemáticos de Sevilla como la Catedral, la Giralda o el Alcázar, además de captar imágenes de fiestas y procesiones como la Semana Santa. También viajó a Córdoba y Granada para ampliar su archivo visual y satisfacer a una clientela cada vez más interesada en los paisajes andaluces, entre ellos viajeros y turistas, lo que le situó como un precursor del turismo fotográfico.
Entre sus principales clientes destacó el duque de Montpensier, que le encargó trabajos sobre la ermita de la Virgen de Valme, su caseta de Feria y su colección de óleos en San Telmo. Muchas de estas imágenes pueden verse ahora gracias a fondos procedentes de la colección Fernández Rivero, del Archivo y la Fototeca Municipal de Sevilla, y de colecciones privadas de Granada y Madrid.
Leygonier, nacido en Sevilla en 1808 en el seno de una familia de origen francés, tuvo una intensa vida previa como marino en la Marina Real francesa antes de dedicarse por completo a la fotografía en 1840. Fue uno de los primeros en España en utilizar técnicas como el daguerrotipo y el calotipo, además de incorporar avances como el colodión húmedo y la fotografía estereoscópica.
La Consejería de Cultura ha editado un catálogo con motivo de la exposición, que incluye un estudio exhaustivo de los comisarios y recoge la mayor parte de la obra conocida del fotógrafo. La muestra permite redescubrir a uno de los grandes pioneros de la fotografía en Andalucía y en España.