El sector pesquero español, representado por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), ha reclamado una respuesta "urgente, firme, coordinada y estructural" que proteja la viabilidad de las exportaciones y el empleo asociado, ante la inminente entrada en vigor del nuevo arancel del 20% impuesto por Estados Unidos a determinados productos de la Unión Europea (UE).
En concreto, Cepesca ha planteado una batería de propuestas que incluyen la reducción en España de impuestos y cargas sociales para mejorar la competitividad de las empresas; la eliminación de trabas burocráticas en la UE; o la apertura de nuevos mercados internacionales, "con especial atención" a la entrada en vigor del acuerdo de Mercosur y la reducción de aranceles en Brasil.
También, la confederación ha propuesto la eliminación de barreras no arancelarias, especialmente sanitarias, como las impuestas por Chile y China; y la concesión de ayudas directas, no limitadas a préstamos y avales, a las empresas afectadas.
De acuerdo con el secretario general de Cepesca, Javier Garat --quien presentó las medidas en el encuentro organizado por el Partido Popular, donde los representantes de los sectores económicos más afectados analizaron los efectos de la política de Trump en la economía española--, en base a datos del MAPA, Estados Unidos se consolidó en 2023 como el principal comprador mundial de productos pesqueros, con importaciones valoradas en aproximadamente 21.140 millones de dólares.
A su vez, los principales proveedores de estos productos al mercado estadounidense fueron México, Canadá e Italia, y España ocupa actualmente el decimoctavo puesto en este ranking, con una cuota del 1,5%, lo que supone en torno a 317 millones de dólares.
"Nuestro país se ve especialmente afectado en exportaciones clave como el pulpo, el atún rojo, el rabil y diversas especies de marisco. Empresas emblemáticas como Balfegó, para quien EEUU representa el 38% de su producción (unos 40 millones de euros), y Petaca Chico, que se ha visto obligado a paralizar inversiones previstas en Cádiz para procesar y exportar a EEUU pulpo y rabil, se encuentran entre las más perjudicadas", ha incidido Cepesca.
En este contexto, el sector cree preciso "exigir las mismas reglas del juego para todos" y "el control adecuado de las importaciones", evitando que pueda entrar en la UE pescado ilegal o capturado "en condiciones de esclavitud".