Tras el encuentro, la primera edil ratificó en público el compromiso municipal de seguir adelante con la actuación, pese a las críticas de la oposición y la “indefinición” de Zona Franca, que aún no le ha comunicado si participará en esta tercera fase.
“El equipo de Gobierno ya se ha cansado de esperar una respuesta del Consorcio”, señaló la regidora, quien aseguró que al Consistorio no le faltarán novias en la operación. Así, sostuvo que hay entidades bancarias interesadas en conceder el préstamo en cuestión y empresas dispuestas a comprar “el todo o la parte del interior del edificio”. Eso sí, advirtió que el Ayuntamiento se replanteará, a partir de ahora, el convenio marco que mantenía con la institución fiscal, pues éste “no está para que Zona Franca lo utilice sólo en lo que quiera”.
Tampoco considera Martínez que vaya haber problemas para afrontar esta inversión de 42 millones de euros. “El interventor nos ha garantizado que reunimos las condiciones para endeudarnos con el crédito previsto”, indicó. Y agregó que, tras el beneplácito de la Corporación local --donde el PP cuenta con mayoría--, elevará la petición a la Junta de Andalucía para que otorgue su consentimiento definitivo al procedimiento financiero. “En cuanto nos llegue el permiso, licitaremos la obra”, puntualizó.
Paralelamente y mientras se resuelve esta tramitación de carácter administrativo, el Gobierno local terminará de elaborar el proyecto de los vestuarios que irán provisionalmente en Fondo Norte y los palcos que se añadirán tanto a esta grada como a la de Preferencia y Fondo Sur.
La alcaldesa aprovechó su comparecencia para rechazar los reproches de PSOE e IU, que no ven “prioritaria” en estos momentos la intervención y tildan su coste de excesivo. Ante estos argumentos, Martínez puso el acento en la “revitalización” que este “edificio singular”, dotado de oficinas, locales comerciales, plazas de aparcamiento y hotel, supondrá para el barrio de La laguna. También destacó cómo, a diferencia de otros estadios, la inversión no se realizará “a fondo perdido” sino que, según ella, se recuperará después. Y concluyó afirmando que la obra dará empleo a una media de 130 obreros durante 24 meses, amén de los puestos de trabajo que genere el funcionamiento del propio equipamiento.
El Cádiz no podrá contar con el nuevo graderío en el año de su centenario
La alcaldesa anunció ayer que el pliego de condiciones de esta actuación premiará la disminución del plazo de ejecución, previsto en 24 meses, y mostró su convencimiento de que la obra se acometerá con más rapidez gracias a la experiencia adquirida por los técnicos municipales en las fases anteriores. Pero, con todo y con eso, el Ayuntamiento ya asume que el Cádiz Club de Fútbol no celebrará en 2010 su centenario con la Tribuna nueva abierta. No en vano, la obra empezará como muy temprano en mayo o junio. De ahí que, ni siquiera dejando a un lado la terminación de los locales comerciales y el hotel, la grada pueda brillar con luz propia en esta fecha tan señalada para el club.
Aun así, su presidente, Antonio Muñoz, restó trascendencia ayer a este hecho que, según dijo, ya barruntaba a tenor de la crisis y los problemas que se han venido sucediendo. “Lo importante era conseguir que el proyecto estrella no se parara, aunque se haga un poco más tarde”, afirmó.
Muñoz incluso bromeó sobre este retraso, al subrayar que los beneficiados serán los socios de Tribuna, “que este año han pagado menos”, al contemplarse en un principio su traslado a Preferencia tras un derribo que ya no se llevará a cabo esta temporada.
