La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha liberado este miércoles once ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta) en la playa de las Amoladeras, en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería). Esta última suelta se suma a los 273 ejemplares que ya se han soltado en la zona desde el verano de 2011.
Las tortugas proceden directamente del Centro de Gestión del Medio Marino de Algeciras (Cegma) en Cádiz, lugar al que fueron trasladadas tras su nacimiento en estas mismas playas hace aproximadamente dos años en el marco del programa andaluz de reintroducción de esta especie. La iniciativa es fruto de un acuerdo de colaboración entre la Consejería y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y que se nutre de huevos de tortuga procedentes de Cabo Verde.
Durante la tercera temporada del programa de cría de tortuga boba para su introducción en áreas de nidificación del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar se han recibido en el Cegma un total de 369 ejemplares, de los cuales 273 procedían de nido natural y 96 de incubadora. En este centro se mantuvieron hasta su liberación durante el verano de 2011, trasladándose para ello ejemplares a las playas que las vieron nacer en Almería.
Durante este año se han mantenido ingresadas 19 tortugas procedentes de la última campaña que no pudieron ser liberadas el verano pasado junto al resto de ejemplares al no presentar un estado óptimo de salud. De éstas se han liberado once mientras que los ocho individuos restantes deben mantenerse ingresados ya que no se han recuperado de las diversas patologías que les afectaron en el pasado.
ENTRE 5,7 Y 3,2 KILOS
El ejemplar de los liberados este miércoles de mayor tamaño registra un peso de 5,7 kilogramos y el más pequeño se encuentra en los 3,2 kilogramos, siendo el peso medio de todas ellas 4,1 kilogramos. Tras el último chequeo veterinario se comprobó que los animales se encontraban en perfecto estado de salud y totalmente preparadas para su vuelta al medio marino. Posteriormente se les aplicaron los microchips subcutáneos cuya función es poder identificar a las tortugas en caso de que se den recapturas en un futuro.
El objetivo perseguido con la suelta definitiva es que las tortugas vuelvan a este mismo entorno para desovar cuando alcancen la madurez sexual, dentro de 15 ó 20 años, con lo que se contribuirá a fijar en la costa almeriense una población estable de esta especie amenazada.
Este programa ambiental se inició en julio de 2004 y en 2006 se realizó la primera campaña de traslado de huevos de tortuga boba procedentes de Cabo Verde. La tortuga boba se distribuye por todos los océanos y mares tropicales y subtropicales. Se ha observado en todas las provincias costeras españolas, aunque su presencia más común es en el Mediterráneo, alrededor de Baleares, en el Mar de Alborán, Estrecho de Gibraltar, incluida Ceuta, pero también en el Atlántico, en Galicia y en las Islas Canarias.