El filósofo Daniel Innerarity, que ha recibido hoy el Premio "Príncipe de Viana de la Cultura 2013, ha reclamado un cambio en la cultura política ante su agotamiento y ha advertido que, aunque es verdad que no hay soluciones milagrosas, éstas deben ser al menos justas.
En un discurso ligado a la crisis, el catedrático de filosofía de la Universidad del País Vasco (UPV) ha dicho que la sociedad tiene como desafíos transformar la convivencia democrática, reconocer el valor del pensamiento y construir una sociedad más integrada y más respetuosa con su pluralidad.
Ante los Príncipes de Asturias y Viana, que han presidido la ceremonia, la presidenta del Gobierno foral, Yolanda Barcina, y su gobierno, y representantes de los partidos políticos e instituciones navarras, el filósofo ha dicho que "en todo el mundo, también en Navarra, la política tiene que hacerse de otra manera, con otro estilo y otras prioridades".
"No estamos solo ante problemas de gobernabilidad sino en medio del agotamiento de una cierta cultura política", ante lo que la ciudadanía tiene la impresión de "que mientras ustedes discuten acerca de sus cosas, distraídos en lo insignificante, hay un montón de problemas que esperan ser abordados", con gente que sufre, especialmente en estos momentos de crisis.
Innerarity ha advertido que "hay un verdadero clamor ciudadano para que los sacrificios que la sociedad está haciendo se inscriban en un marco de Justicia", para reconocer que "es verdad que no hay soluciones milagrosas, pero debe haberlas al menos justas".
"Lo que ya era inaceptable antes de la crisis se ha convertido en insoportable en medio de ella", ha añadido, para reivindicar una nueva cultura política presidida por la responsabilidad, el sometimiento al control democrático, la ética política, la ejemplaridad y el respeto hacia lo público.
Ha concluido su discurso refiriéndose a la situación política de la Comunidad Foral, respecto a la cual ha dicho que "la sociedad navarra no está reclamando un cambio de líderes, o no sólo un cambio de lideres, sino un cambio en la manera de liderar".
Daniel Innerarity (Bilbao, 1959), Premio Nacional de Ensayo 2003, ha comenzado su discurso desvelando una anécdota de su bisabuelo Fidel Sagasti, quien vivía en un pueblo cercano a Viana y que hace algo más de 80 años se encontró en la carretera con un coche en dificultades, cuyo conductor no conseguía abrir el tapón del depósito del agua.
Al comprobar la habilidad de su bisabuelo, el ocupante de aquel vehículo, que era Alfonso XIII, le dijo: "más vale maña que fuerza". "Quien les iba a decir a ambos que casi un siglo después íbamos a encontrarnos aquí sus bisnietos en una ocasión muy diferente", ha señalado.
La anécdota se ha transmitido familiarmente y aunque no "ha conseguido hacer de mi un monárquico, tal vez fuera el origen de muchas de mis principales convicciones, como valorar la inteligencia por encima de la fuerza o detestar la violencia y la imposición".
El catedrático ha remarcado que entiende este premio no tanto dirigido a su persona sino como un reconocimiento al papel que el pensamiento está llamado a desempeñar ante una sociedad que "vale lo que estima a sus maestros, investigadores y científicos" por los valores que transmiten, constancia, modestia y espíritu crítico, diálogo y búsqueda de la verdad.
"Un conjunto de valores que son todo lo contrario de ese encadenamiento fatal de mezquindad y estupidez colectiva que nos ha traído hasta esta crisis económica", ha resaltado Innerarity, quien ha criticado que la filosofía no tenga "el tratamiento que se merece en la actual reforma educativa".