El tiempo en: Sevilla
Viernes 26/04/2024  

Cementerio de elefantes

El problema es que después de ser eurodiputado, salvo que te hagan senador, no se puede ser nada.

Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai

El Partido Popular ha comenzado la campaña a las elecciones europeas sin tener todavía el candidato, de manera que la cara del Partido Popular es la cara de Rajoy. A la imagen me refiero, no tomen la frase de mala manera. Y la pregunta es por qué el Partido Popular, con la de gente que tiene, no tiene todavía un candidato si por ser candidato de algo hay miles de criaturitas en la cola y nos los eligen.

Bueno, pues básicamente porque muchos son los llamados y pocos los elegidos. O sea, que un candidato no puede ser cualquiera, sino que primero debe reunir unos méritos, un conocimiento de la gente y la gente de él y unas cualidades especiales. Tanto más especiales cuanto más se miran desde el punto de vista de la gente de a pie sin ambiciones políticas, que no comprenden cómo se puede caer... caer.

Pues lo primero que hay que aclarar es qué es un candidato y qué es lo que quiere conseguir, qué ámbito geográfico abarcará su gestión. Un candidato a las municipales puede ser cualquiera si el pueblo es pequeñito y menos cualquiera conforme el pueblo va subiendo en número de habitantes. Puede ser una persona conocida o precocinarlo en los dos años anteriores hasta que ya se lo hayan metido al populacho hasta en la sopa.

Los aspirantes a candidatos de pueblo suelen ser los primeros Fabios de esperanzas cortesanas que prisiones son do el ambicioso muere y donde al más altivo nacen canas. Esto es, los que están en la base esperando a que alguien les tire la escala.

Los aspirantes a cargos provinciales son personas de partidos políticos que ya han estado en la primera línea, léase alcaldes, aunque valen todas las excepciones que ustedes quieran poner porque conocen a un tío que llegó a ministro del Interior con el título de electricista. Por cierto, el último de los sin título que estuvo en primera fila de la política, que ahora todos son de licenciados para arriba.

Esos pasan luego a ser candidatos autonómicos y cuando lo consiguen es que porque ya son políticos de carrera con doctorado, por lo que ya puede ser candidatos al Gobierno de la Nación, aunque en este caso primero hay que ser candidato en tu provincia y luego que te señale la mano de dios y te llame a su vera para ir al Consejo de Ministros cada viernes.

Luego están los eurodiputados, que son los que ya han sido ministros o viceministros, o secretarios de estado o cargos de la esfera de la Moncloa, muy cercanos al poder legislativo u orgánico de sus partidos. Esos son catedráticos de la política y hay tan pocos que sólo pueden ser cabezas de lista, números uno, imagen de la campaña.

El problema es que después de ser eurodiputado, salvo que te hagan senador, no se puede ser nada, así que Europa se presenta como un cementerio de elefantes a los que sólo quieren ir los que se están muriendo y no los que quieren liquidar por las buenas. ¿Entienden ustedes por qué Arias Cañete, por ejemplo, no quiere ser un nuevo Willy Meyer? Por ejemplo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN