Aparece el cadáver de un hombre en un estanque de Plaza de las Esculturas

El cuerpo de un hombre sin vida de 45 años de edad, que responde a las iniciales de J.T., ha aparecido en torno a las dos de la tarde de hoy flotando en uno de los vasos de agua que componen el inmenso estanque de la Plaza de las Esculturas, enclavada en pleno corazón de Reyes Católicos. Fue una vecina de la zona la que se alertó de la presencia de dicha persona y de manera inmediata se personaron en el lugar agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local, así como una ambulancia de la unidad de urgencias, que no pudo hacer nada por reanimarlo.

En torno a las dos y media de la tarde llegaron varios efectivos de la Policía Judicial que decidieron desalojar y acordonar las instalaciones, dada la gran cantidad de público que se había concentrado en su interior al enterarse de la noticia. Una vez dentro, los agentes comenzaron a realizar pequeños interrogatorios y a buscar indicios que aportasen algo de luz sobre lo sucedido hasta que pasadas las tres de la tarde llegó el médico forense, que certificó que la muerte se había producido por ahogamiento. 

De todas formas, mañana se le va a practicar la auptosia al cadáver para determinar con mayor exactitud las causas que provocaron que J.T. cayese al agua. Fue a las cuatro de la tarde cuando dos empleados del Servisa (servicio funerario) trasladaron al finado hasta el Instituto de Patología de Cádiz, que será donde se procederá a realizarle la autopsia. Según ha podido conocer este medio, no presentaba ningún signo de violencia, ni tampoco heridas como consecuencia de la caída al estanque.

Se trata de alguien conocido por la zona, puesto que vivía en un piso ubicado en la calle San Francisco Javier, un poco más abajo de donde se localiza la Plaza de las Esculturas. INFORMACIÓN pudo hablar con un familiar del fallecido, que señaló que sufría de ataques de epilepsia. Las mayores escenas de dolor se produjeron cuando llegó una de las hermanas de J.T., que tuvo que ser sostenida por su pareja al enterarse de la trágica noticia.