Tras varios parones y desencuentros con la adjudicataria, todo parece indicar que esta intervención se encamina ya de forma definitiva hacia su recta final. De hecho, los operarios ya han llevado a cabo los pozos para contemplar los restos arqueológicos, además de colocar las luminarias y ultimar el circuito por donde pasearán los usuarios del enclave.
Una vez culminadas estas labores, la constructora empezará hoy a afrontar el tratamiento de las gradas y del suelo, que estará compuesto por material de granito. “Se trata del último impulso”, explicaba ayer a este periódico Silvia López, quien subrayó el carácter “artesanal y minucioso” de la inminente tarea.
La gerente se congratuló de la marcha de los trabajos, algo que calificó de “buena noticia” para los tiempos que corren. Tampoco hay que olvidar las dificultades que han ido aparejadas desde un principio a este proyecto. Basta recordar el ultimátum que la Junta le dio en enero a Winterra para que agilizase las obras.
Aquello se solucionó, pero los problemas no terminaron ahí. También la petición de más dinero por parte de la empresa para acometer unos supuestos gastos extras casi le cuesta la rescisión o cesión del contrato, pues la Oficina consideraba que no había motivos para realizar ningún desvío presupuestario a estas alturas.
Por otro lado, la puesta en marcha de este espacio museográfico permitirá entender mejor el coliseo y conocer algunos datos fundamentales del monumento a partir de un recorrido de escaleras y rampas. En este itinerario se combinarán las visitas sobre el teatro descubierto --el área actualmente excavada--, gracias a la apertura de ventanas en los muros exteriores, con las del teatro oculto, a través de pozos entubados que proporcionarán una novedosa perspectiva de los hallazgos aún existentes bajo tierra.
Todo ello acompañado, además, de información didáctica mediante paneles ilustrativos y proyección de vídeos. En definitiva, el centro de interpretación significará un nuevo aliciente que reforzará la oferta cultural de un barrio, como El Pópulo, ya de por sí repleto de activos patrimoniales.
