El barrio de Santa Ana vivió su día grande con la Flagelación y la Virgen del Refugio

La Semana Santa de Guadix entró prácticamente en su ecuador con un Martes Santo donde el buen tiempo, de nuevo acompañó y, un año más, fue la noche de los vecinos del barrio de Santa Ana que esperaron con ansia este gran día en el que son protagonistas absolutos de la Semana Santa accitana. El tiempo fue muy soleado y las temperaturas muy altas. Era el día grande de Santa Ana que se pudo vivir cuando, sobre las nueve menos cuarto de la noche, se dio la salida. Con la plaza a rebosar, se inició el recorrido de los dos pasos de la hermandad y cofradía de penitencia del Santísimo Cristo de la Flagelación y María Santísima del Refugio, que salió de la iglesia de Santa Ana. Espectacular salida del Cristo de la Flagelación con los costaleros andando a gatas. En este año, se pudo disfrutar de un avance más en la construcción del nuevo paso del Cristo. El paso de los costaleros del Cristo al ritmo de la música, volvió a ser uno de los momentos más bonitos de la Semana Santa de la Ciudad Episcopal.
Cuando el conocido antiguamente como “Cristo de los Carpinteros” apareció en la pequeña plaza de Santa Ana, una gran emoción se apoderó de los cientos de accitanos que se agolparon a las puertas de la iglesia.        
El grupo escultórico del Santísimo Cristo de la Flagelación, compuesto por Jesucristo y un soldado romano y un sayón, tallados en madera policromada es realizado a finales del siglo XVI (talla barroca) y según varios estudios de la cofradía se le atribuye a Diego de Vega, discípulo de Pablo de Rojas. El paso es obra del tallista José C. Rubio Valverde (Córdoba), en fase de ejecución, estrenado en 2009. María Santísima del Refugio es una imagen de vestir contemporánea realizada por el imaginero cordobés Francisco Romero Zafra, bendecida en 2006. El paso de palio sobre el que procesiona está realizado en alpaca plateada de los Talleres de Villarreal (Sevilla). Una de las novedades de este año ha sido la reincorporación de mujeres costaleras al paso del palio de la Virgen del Refugio, destacando el buen clima existente en esta cuadrilla mixta.
Una larga fila de penitentes con túnica y capillo fucsia con botonadura blanca y capa blanca, precedieron a la procesión. También acompañaron a la Virgen las tradicionales ´camareras´, con su mantilla y vestido negro. De su recorrido destacó su paso por las estrechas y sinuosas calles del barrio antiguo de Santa Ana.
Antes de encerrarse, pasadas las una de la mañana, fue muy emotivo el encuentro que hay en la plaza de Santa Ana al regreso de los dos pasos tras hacer la estación de penitencia.